Por: Elizabeth Salazar T.
¿Quién no ha tenido problemas con vecinos en algún momento? Es un clásico, aunque, en este film, la situación traspasa los todos límites. “Las bestias”, trata la historia de Antoine (Denis Ménochet) y Olga (Marina Foïs), una pareja francesa recién establecida en un pequeño pueblo de Galicia, donde se desempeñan como agricultores, cultivan y venden sus propias verduras y además, en su tiempo libre, reparan cabañas abandonadas. Ellos buscan una vida sencilla y apacible, sin embargo, los lugareños no los reciben de buena forma, la mayoría quiere vender sus propiedades a una empresa noruega para que construya un parque eólico en sus tierras. Un conflicto con sus vecinos hará que la relación entre ambas partes embrutezca hasta alcanzar un punto de no retorno.
Desde sus primeras escenas, nos tiene tensos y expectantes esperando lo que pasará entre Antoine y sus vecinos. A medida que avanza la trama, el conflicto vecinal se va desarrollando y comienza a crecer como una bola de nieve que no se detiene. Nos hace transitar por distintas emociones, empatía por la situación de Antoine, impotencia, ira; además, el matrimonio francés provoca ternura y simpatía por su bella relación, así también, provoca tristeza, puesto que, como muchos migrantes, ellos van en búsqueda de un sueño y lo que más anhelan es tranquilidad, desgraciadamente, es lo que menos encuentran.
Por otro lado, tenemos a sus vecinos, dos hermanos, que resultan absolutamente detestables. Para ellos, Antoine es quien entorpece la posibilidad de venta de sus propiedades y la posibilidad de aspirar a una vida mejor, con ese pago. Podemos entender que ambos hombres han crecido en ese lugar y no tienen aspiraciones, ni herramientas para salir a otro lado, pero, su actuar es totalmente injustificable.
Un bello bosque es testigo silencioso de los conflictos entre estos vecinos. Mientras que Antoine y Olga disfrutan de las bondades de la naturaleza, sus vecinos están concentrados en molestar a la pareja para lograr que se alejen del lugar, ya que, tienen miedo a lo diferente, prejuicios, inseguridad, creen tener más derechos por haber vivido ahí toda su vida.
Una historia dolorosa muy bien contada, que devela las dificultades de ser migrante, más aún con un entorno tan adverso, donde ni siquiera las autoridades los hacen sentir protegidos. Una película fuerte que nos lleva a la reflexión.
Se estrena el 05 de octubre en cines.
Dirigida por Rodrigo Sorogoyen.
Duración: 132 minutos.
Distribuida por Cinetopia.
