Este 31 de agosto, se cumple un nuevo aniversario de la muerte de Diana de Gales fallecida en un fatídico accidente automovilístico en Paris. Pese al paso del tiempo, la figura de la princesa sigue más viva que nunca, ya que conquistó al mundo entero con su cercanía, empatía, su rol en causas humanitarias y lucha por derechos civiles. Acá parte de su historia.

Por Rebeca Ubilla M.

Ya son 25 años, cuando los británicos y todos el mundo quedó paralizado al enteramos que la princesa Lady Di (Diana de Gales) había tenido un  grave accidente automovilístico en el puente de las Almas en Paris. Pronto nos enteramos que la princesa había fallecido junto Dodi Al-Fayed,  heredero del multimillonario egipcio Mohamed Al-Fayed y su pareja en ese momento.

Terminaba así la vida de uno de los rostros más importantes y fotografiados del mundo, quien a sus 36 años dejaba dos hijos: William y Harry, cuyo padre es el Príncipe Carlos, hijo de la actual Reina Isabel II y heredero al trono.

Con ella moría también el cuento de hadas que muchas vimos y seguimos en detalle a miles de kilómetros de distancia. Como no, si en plenos años 80 una joven princesa se casaba con el heredero al trono de Gran Bretaña en un fastuoso matrimonio que fue transmitido a miles de países y cuyos detalles cautivaron a los ingleses y a todo el mundo.

Pero la tragedia que viviría la princesa pronto salió a la luz, con los distanciamientos de su marido, sus episodios de bulimia e incluso ciertos intentos de quitarse la vida. La gran tristeza de Diana fue sin duda que su marido siempre estuvo enamorado de otra mujer: Camila Parker Bowles, con la que nunca dejó de vincularse y que hoy se ha convertido en su segunda esposa.

Pese a lo que se vivía al interior de palacio, fue el carisma de Lady Di el que conquistó prontamente a los ingleses y al mundo entero. Su cercanía y empatía -algo de lo cual la corona británica estaba muy lejos en esos momentos- fue lo que cautivó a todos e incluso la hizo brillar por sobre el príncipe Carlos cuando estuvieron casados, algo que -se dice- no agradaba para nada al heredero a la corona.

En 1992  y ya con dos hijos, la pareja decidió separase en un año que la monarca británica calificó como Annus Horribilis (año terrible), tras el incendio de su castillo más querido, el de Windsor, y la separación de otro de sus hijos, el príncipe Andrés.

Pero tras esta separación, Ladi Di siguió sometida al acoso de la prensa, especialmente de los paparazzis quienes seguían sus pasos día y noche y a una difícil relación con la corona.

Pese a ello se dice que la princesa habría logrado tener momentos de felicidad, al seguir con sus causas benéficas y humanitarias– como la lucha contra las minas antipersonales, visitando enfermos de sida, luchando por los derechos civiles  y mucho más. Esos espacios de  felicidad también los habría logrado al abrir su corazón a nuevos amores como el que tuvo con un médico pakistaní y con el heredero de las galerías Harrods, Dodi Al-Fayed, quien murió junto a ella ese fatídico 31 de agosto.

 Tras su muerte se ha hablado de conspiraciones, se ha culpado a la monarquía británica de su accidente y un tanto más, pero nada ha podido ser comprobado. Lo cierto es que hoy la realeza inglesa entendió que debía mantener una mayor cercanía con su pueblo y son sus hijos, William y Harry, los que se han propuesto mantener su legado social y benéfico, pese a las diferencias que mantienen entre ellos.

Por su historia, su carisma y sus trabajo social, a 25 años de su muerte el legado de la reina de los corazones – como la llamaron los ingleses- sigue más vivo que nunca.

Si quieres conocer más de Diana te contamos que existen variadas producciones que han buscado mostrar episodios de su vida, acá algunas:

-Spencer, del director chileno Pablo Larraín en Amazon Prime.

-Lady Di el documental que cine Hoyts-cinepolis estrenará este 1 de septiembre.

-The Crown, la serie sobre la vida de la Reina Isabel que en su cuarta temporada muestra el ingreso de Diana a la familia Real. En Netflix

-Diana, la película que muestra su romance con el médico pakistaní. En Netflix.