La falta de sol no solo genera frío y enfermedades respiratorias, sino que hay personas a quienes les puede causar alteraciones del humor, ansiedad, irritabilidad, y en algunos casos, disminución de la libido. Estos son parte de los síntomas del Trastorno Afectivo Estacional (TAE), que según nos explica el psicólogo Fernando Marchant, se trata de la aparición de episodios depresivos que acontecen en determinadas épocas del año, fundamentalmente en otoño e invierno.
Días más fríos y mañanas a oscuras son la escena común por estos días, un escenario que puede ser propicio para deprimirse o atravesar un Trastorno Afectivo Estacional (TAE). Según el psicólogo de Vidaintegra, Fernando Marchant, su prevalencia es más elevada en mujeres y más frecuente en el grupo de edad entre los 20 y los 40 años.
El paciente tiene más sueño (hipersomnia), desgano, poca energía o pocas ganas de hacer cosas, afectando el motor de partida durante las mañanas y su nivel de contacto social, generando aislamiento de amigos y familiares y generando dificultades interpersonales y en el trabajo.
“Es muy probable que las personas sean sensibles a los cambios producidos por las variaciones de luz. Un grupo importante va a lograr adaptarse en un período de un par de semanas, sin embargo, aquellos que tienen cierta vulnerabilidad –como los portadores de cuadros depresivos o bipolaridad– pueden ser más sensibles a estos cambios estacionales”, precisa el especialista.
Síntomas
Los episodios depresivos del TAE se caracterizan por la presencia de alteraciones del humor propias de la depresión como la tristeza, ansiedad, irritabilidad, cansancio y –probablemente– disminución de la libido. “Aumenta el sueño y el apetito (hiperfagia), existe mayor cansancio físico y mucha sensibilidad al rechazo interpersonal. Suele haber también apetencia por comidas ricas en carbohidratos, preferentemente dulces y almidón”, precisa Fernando Marchant.
Tratamiento
El paciente con TAE responde favorablemente a la fototerapia, un tratamiento que consiste en exponer a los pacientes programadamente a la luz. “De hecho, es el tratamiento de primera línea, sin embargo, se debe indicar por un médico entrenado y experimentado en su uso. Algunos estudios señalan que hay una mayor eficacia de la luz aplicada durante la mañana que por la tarde”, explica el especialista. Sin embargo, advierte que este tratamiento puede tener efectos adversos como cefalea, problemas de visión, náuseas o vómitos, agitación o vértigo. “La farmacoterapia es otra herramienta útil en el manejo del cuadro, principalmente con antidepresivos. También el ejercicio puede resultar eficaz, además de la psicoterapia para el manejo cognitivo y conductual del cuadro”, concluye el psicólogo.
Consejos para tener en cuenta
El doctor Marchant entrega algunas recomendaciones para poder sobrellevar de mejor forma el Trastorno Afectivo Estacional:
• Exponerse a la luz: Es importante considerar que la luz juega un papel primordial en la fisiopatología (proceso físico y químico) del trastorno.
• Alimentarse bien
• No obligarse a hacer cosas que no quiere hacer: si tiene deseos de dormir, hágalo. Disfrute de una buena siesta, o de dormir sin culpa el fin de semana.
• Realizar actividad física: está demostrado que ayuda a mejorar el ánimo, al igual que caminar.
• Reunirse con amistades: visite a sus cercanos, evite aislarse, busque conversar y compartir con más personas.
• Aprovechar de hacer lo que le gusta: Si es leer, léase un buen libro. Cocinar juntos en familia también puede ser una opción, además de salir a pasear o ver una película.
• Consultar: En caso de encontrarse sobrepasado, busque ayuda profesional, un psicólogo y/o psiquiatra pueden evaluar mejor el tratamiento.
• Evitar automedicarse: Sólo tome lo que su médico le indique.
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