El fuego, el humo, las cenizas, las altas temperaturas, en fin, todas condiciones que se dan en un incendio forestal, más aún de la magnitud que hemos visto en los últimos días en diversas zonas de nuestros país, indudablemente causan efectos en quienes están expuestos a ellas.
Esos efectos deterioran principalmente a dos sistemas del cuerpo: el respiratorio y los ojos.
En términos generales, la población que se ha visto expuesta por varios días a la nube de humo y ceniza, estas personas pueden tener molestias como ojos irritados, ardor, sensación de un cuerpo extraño, ojo rojo leve y lagrimeo. Y esos síntomas son comunes a todas las edades: guaguas, niños, adultos y ancianos.
En general no producen mayor problema, y se pueden usar lágrimas artificiales para disminuir las molestias. En este punto hay que cuidar de no confundir esas gotas con los descongestionantes oculares, que son las que la gente usa cuando tiene ojo rojo. Ese medicamento lo que hace es dejar el ojo más blanco porque contraen (achican) los vasos sanguíneos, y pueden generar en un corto plazo un efecto de rebote, donde los ojos se enrojezcan más por el abuso del medicamento.
Se debe consultar al médico en caso de que :
-Las molestias persisten por más de 2 ó 3 días.
-Si aparece secreción purulenta, dolor o visión borrosa.
Luego, en el caso de quienes están trabajando directamente en combatir el incendio y/o que están expuestas al fuego, lo más importante es la prevención de accidentes oculares. Es cierto que existe el riesgo de quemadura ocular por fuego, trauma ocular y/o caída de un cuerpo extraño en el ojo (ceniza, madera, material de construcción, etc) , lo que potencialmente puede causar un gran daño al ojo. En esa situación el paciente debe recibir atención médica rápida.
Por esto se recomienda el uso de antiparras de seguridad o lentes de seguridad con protección lateral durante todo el tiempo de exposición.
Frente a cualquier trauma ocular el paciente debe acudir prontamente al especialista para que sea evaluado. Hay que recordar que algunos pueden tener perforación ocular por un cuerpo extraño y sentir poco dolor, por esto siempre se recomienda siempre una evaluación oftalmológica.
Luego, la recomendación es cuidar los ojos con gafas de protección transparente que se consiguen fácilmente y que impiden que el aire roce los ojos de frente y de costado. También es necesario la aplicación de gotas de lágrimas artificiales que contrarresten el efecto de la resequedad.
Columna del Doctor Álvaro Castaño, Oftalmólogo y Director de la Clínica Redláser.
