La felicidad del período de descanso es posible prolongarla durante los meses venideros, para lo cual te entregamos algunos consejos como fijarte metas y proyectos, encontrar la satisfacción en el lugar de trabajo o estudio, planificar los días libres durante el año e incluso realizar terapia.
Marzo suele ser un mes complejo para todos: se acaban las vacaciones y se debe volver a la rutina de trabajo o estudio, además de preocuparse de los gastos que este mes conlleva, tales como colegios o universidades, útiles escolares, permiso de circulación, entre otros, lo que genera un importante nivel de estrés.
La psicóloga y directora del Centro Alama, Valeria Mandakovic, explica que el ciclo trabajo/estudios – vacaciones es uno de los tantos que enfrentamos periódicamente y que muchas personas viven este cambio de fase de manera disarmónica, desde emociones como la rabia, la frustración, la ansiedad, la tristeza e incluso, la angustia.
Para la profesional, la mejor manera de estar en armonía con esta entrada a clases/trabajo, es encontrar la satisfacción en ese lugar. “Las personas somos quienes interpretamos la realidad de cierta manera, lo que nos predispone a estar satisfechos o no en el trabajo o en los estudios. Por lo tanto, reconocer que nosotros mismos somos creadores de nuestra realidad y de cómo nos sentimos, nos lleva a estar más conscientes y dejar de culpar a otros”.
Valeria Mandakovic afirma que, energéticamente, éste es un año para concretar propósitos y sueños y, como cualquier proyecto, para ejecutarlo correcta y oportunamente requiere planificación, foco y esfuerzo. Por lo que, antes de volver a trabajar o estudiar, recomienda enfocarse en lo siguiente:
- Elaborar una lista con todos los propósitos y sueños que tienes en el ámbito laboral o universitario, según sea el caso. Deben ser deseos realmente anhelados por ti, de modo que estés motivado(a) para alcanzarlos. Priorízalos y elige 1 ó 2 para concretar este año. Recuerda que el que mucho abarca poco aprieta.
- Por cada uno de los propósitos elegidos, planifica cómo lo vas a conseguir. El propósito es la meta y la planificación constituye la serie de pasos que tienes que realizar para lograrla. Por ejemplo, si tu propósito es ser más visible en tu trabajo, dentro de la planificación puedes considerar: ser voluntario en actividades laborales y extra-programáticas; dar más opiniones en reuniones aunque no te las pidan directamente; incluso organizar las celebraciones de cumpleaños del mes.
“En definitiva debes tomar consciencia que tú creas tu propia realidad, hacer una lista de sueños (trabajo o estudios), elegir uno o dos propósitos, y planificar cómo concretarlos”, señala.
El Centro Alama está ubicado en Monseñor Félix Cabrera 62 Of. 3-A, Providencia, Santiago, Metro Pedro de Valdivia y puedes encontrar más información en http://enfoquealama.com/