Por: Elizabeth Salazar T.
Un 31 de agosto de 1997, fue el fatídico día en que falleció Lady Diana, en un accidente en París, en el túnel del alma, ya han pasado 25 años, pero el mundo sigue recordándola como si hubiera sido ayer.
Es contradictorio que Diana fuese amada y admirada por el mundo, pero durante su vida, tuvo mucha soledad y desamor. El 1 de julio de 1961, nació Diana Frances Spencer, en Sandringham, Inglaterra. Su niñez estaría marcada por la separación de sus padres, cuando ella tenía sólo siete años. Su madre Frances Ruth Roche contraería matrimonio un año después con Peter Ahand Kydd, ellos vivieron en una isla escocesa, Diana vivía con Frances, pero su padre ganaría su custodia posteriormente. Su infancia como ella misma destacaba fue muy infeliz, marcada por la ausencia de su madre y una mala relación con su madrastra Raine, condesa Dartmouth, a quien Diana incluso puso el apodo de Acid rain (lluvia acida), debido a lo severa que era con ella y sus hermanos. La pequeña en este difícil escenario se refugió en su gusto por el baile y jugando con su hermano menor Charles, con quien tuvo una estrecha relación.
De asistente de maestra a princesa
Diana en su adolescencia ingreso a The New School at West Heath, y aunque académicamente no era buena, destacaba en actividades deportivas y artísticas como natación, buceo, ballet y claqué. Tras finalizar sus estudios en el Instituto Videmanette en Rougemont, Suiza, Diana regresó a Londres, donde compartió el piso con dos amigos, además aceptó una serie de empleos mal pagados, instructora de esquí y de baile para jóvenes, hizo aseo en casas de sus amigos y de su hermana Sarah, tras esto comenzaría a trabajar como asistente de maestra en el Young England Kindergarden, St. George’s Square. Cuando Diana cumplió dieciocho años, su madre le regaló un piso en Coleherne Court, en Earls Court, donde vivió con tres compañeras.
La primera vez que Diana vio al príncipe Carlos, ella tenía sólo 16 años y el él se encontraba saliendo con su hermana mayor Sarah. Fue en 1980, durante un partido de polo cuando la joven Diana, que ya tenía 19 años capto la atención de Carlos. El romance avanzo rápidamente, él la invitó un fin de semana al Yate Real Britannia y tras esto llegó una invitación muy importante, una visita a Balmoral, donde conoció a la familia real, en noviembre de 1980. Ella fue un éxito con los miembros de la familia, en forma especial por la Reina Madre y el Duque de Edimburgo. Las citas de la pareja continuaron, hasta el 6 de febrero de 1981, cuando Carlos le propuso matrimonio, Lady Diana aceptó. El compromiso fue anunciado públicamente, dos semanas después.
El 24 de febrero de 1981, el mundo se enteraría del compromiso oficial, del hijo mayor de la reina Isabel II y una joven y algo tímida Lady Diana. Ella misma escogería su anillo de compromiso azul como el color de sus ojos, y el modelo era similar al que tenía su madre. Diana se trasladó a Clarence House y días antes de la boda, se fue a vivir al Palacio de Buckimgham.
Primera Aparición Pública
Su primera aparición oficial, como prometida del príncipe Carlos fue en un baile benéfico en marzo de 1981, en Goldsmiths Hall, en esa oportunidad conoció a la Princesa Grace de Mónaco, a quien manifestó públicamente su admiración.
La princesa habría contado a Andrew Morton en su libro biográfico Diana: Her True Story ‒ In Her Own Words (1992), recordando su encuentro con la princesa Grace “lucía maravillosa y serena, pero se notaba que tenía aguas turbulentas dentro”.Diana contó también que se sentía muy nerviosa e incómoda, pues tenía miedo de violar el protocolo real. “No sabía si tenía que pasar primero por la puerta, no sabía si tenía que sujetar el bolso con la mano derecha o la izquierda. Estaba aterrorizada, esto casi me puso enferma”, prosiguió. Fue entonces, cuando Grace Kelly llevó a Diana al baño, para donde pudieron mantener una corta conversación en privado.Al final de la charla, Grace le dio a la princesa un abrazo y le dijo entre risas: “no te preocupes, cariño, solo empeorará”, ella quería calmar a la joven Diana, en su debut.
La boda del siglo
Las miradas del mundo se volcarían el 29 de julio de 1981, a la Abadía de Westminster, donde el príncipe Carlos contraía matrimonio con Lady Diana, quien se convertía en la princesa de Gales. La prensa hacía hincapié en una “boda de cuentos de hadas” y además se destacaba que fue vista por 750 millones de personas en televisión. Su vestido de novia con una cola de 7,6 metros y más de 10.000 lentejuelas y actualmente, se encuentra en expuesto en Kesington Palace (hasta el 2 de enero), en la muestra Royal in the Styles the Making (Estilo real en construcción).
Baby on board
La pareja tras su matrimonio se instaló a vivir en el Palacio de Kesington y Highgrove House. El 5 de noviembre de 1981, se anunció que Diana esperaba su primer hijo. La princesa dio a luz el 21 de julio de 1982, su primogénito el príncipe William. Desgraciadamente, Diana tuvo depresión posparto, durante este período debió enfrentar críticas de la prensa, porque decidió llevar a William a su primera gira internacional por Australia y Nueva Zelanda, pero la decisión fue apoyada por el público. Al comienzo no lo iban a llevar, pero el primer ministro australiano, lo sugirió y Diana accedió.
Fue el 15 de septiembre de 1984, cuando Diana tuvo a su segundo hijo, el príncipe Harry, durante el embarazo, ella y Carlos fueron más cercanos, pero la princesa no le contó a nadie que esperaba un niño, ni siquiera a su marido.
Diana trato de involucrarse en todo lo que pudo, en la niñez de sus hijos y rompió con muchas de las tradiciones reales, por ejemplo, ella escogió sus nombres de pila, despidió a la niñera de la familia real y escogió una ella, se encargó de la elección de sus colegios y ropa, además trato de pasar el máximo de tiempo junto a ellos, tratando de coordinar sus actividades reales. Los llevó a comer comida rápida, a los parques de entretenciones y también, quiso acercarlos a la realidad de las personas más desvalidas, llevándolos a centros con enfermos y personas de escasos recursos.
Final del cuento
Tras cinco años de matrimonio, el distanciamiento, comenzó a ser notorio, la diferencia edad entre ellos (12 años), la prensa ya comentaba acerca de su visible frialdad cuando se mostraban en público. Además Carlos había retomado contacto con su ex novia Camilla Parker Bowles (hay quienes dicen que jamás se alejó), y Diana comenzó a tener una aventura con el mayor James Hewitt. Incluso hubo rumores que Hewitt era el padre de Harry, debido a su parecido físico, pero fue desmentido por el mismo Hewitt.
Enfrentamiento
Fue en la fiesta de cumpleaños de la hermana de Camila, que Diana decidió enfrentarla a esta última, por la relación extramarital que estaba teniendo con Carlos. Esto se confirmó posteriormente con la publicación del libro “Diana: Her true Story”, escrito por Andrew Morton, que exponía la infelicidad de la princesa y revelaba la relación de Carlos con Camilla. A pesar de que Diana, negó cualquier participación en el libro, tras su muerte se supo que se utilizaron grabaciones de entrevistas secretas que ella había dado a James Colthurst, algunos creen que esta publicación fue la que detonó que el palacio de Buckingham solicitará la separación de la pareja.
En 1992 el matrimonio ya se encontraba separado de hecho, fue el 29 de junio de 1994 cuando Diana asistió a un evento que organizaba Vanity Fair, con el famoso “Vestido de la venganza”, porque hay que destacar que Diana, se convirtió en todo un ícono de moda, también.
La pareja se separaría oficialmente el 28 de agosto de 1996, Diana perdió el título de “Alteza Real”, pero conservó el de princesa de Gales, se convirtió en la primera princesa no real en la historia del Reino Unido.
Recordada entrevista
En noviembre de 1995, Diana afirmaba “Éramos tres en este matrimonio, una multitud”. También, contó que padecía bulimia, se autolesionaba y denunció el acoso que sufría por parte de los paparazzi y periodista. Manifestó que no había recibido apoyo de la familia real, frente al engaño que sufrió por parte de Carlos y propuso un concepto diferente de monarquía, más cercano al pueblo. Debido a esto la apodaron como “La Princesa del Pueblo”. En mayo de este año, Martin Bashir, quien realizó la entrevista de la BBC a Diana, admitió haber actuado en forma engañosa e incluso confeso haber falsificado documentos para obtener que la princesa, accediera a la entrevista, declaró estar “profundamente arrepentido”.
La princesa siempre será recordada por su respaldo a las causas humanitarias ayudó los niños pobres de África, compartió con personalidades como Nelson Mandela, el Dalái lama o la madre Teresa de Calcuta, además estuvo a la cabeza de varias fundaciones benéficas. Una de las causas que apoyo fue a los pacientes con sida, a quienes se acercaba sin ningún temor, algo que destacaba la prensa, ya que, en ese momento, había mucho desconocimiento sobre la enfermedad.
La última actividad de este tipo en que participo fue para la erradicación de las minas antipersonales, visitó Bosnia , como parte de la Red de sobrevivientes de Campos Minados, un hecho que ayudó a que se determinaran acciones contra este tipo de armamento. En 1997, la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona, obtuvo el Premio Nobel de la Paz, admitieron que el apoyo de Diana fue clave en este hecho.
Desgraciadamente la princesa falleció el 31 de agosto de 1997, en un accidente automovilístico, al interior del Puente del Almá. Iba junto a su pareja Dodi Al-Fayed, el conductor del vehículo Henri Paul y el único sobreviviente fue Trevor Rees-Jones, el guardaespaldas de Dodi, era el único en llevaba puesto el cinturón de seguridad.
Funeral de Estado
Al comienzo, la familia real británica se negó a realizar un funeral de Estado a Diana, las muestras de dolor del pueblo obligaron a romper el protocolo y realizar un Funeral Real. El cuerpo de la difunta princesa se trasladó el 31 de agosto de 1997 a Londres, desde Francia. Miles de ramos de flores y cartas de condolencia se podían ver en las afueras del palacio de Buckingham. El ataúd se trasladó a la Capilla Real del Palacio de St. James, donde se habilitaron libros para dejar condolencias. El sábado 6 de septiembre fue el funeral de Estado, se decretó luto nacional y se podían ver banderas a media asta en todo el país. Tras el féretro trasladado por el carruaje iban el príncipe Felipe, Duque de Edimburgo, el hermano de Diana, Charles, conde Spencer y sus hijos Guillermo y Enrique, fue sin duda uno de los momentos más emotivos, que se recuerdan, de ese triste día. Se comunicó que los restos mortales de la princesa se colocarían en una isla artificial situada en los jardines de la finca, formada por 14 000 hectáreas.
Inauguración de estatua
El 2021, para conmemorar el nacimiento de la princesa de Gales, fue realizado un acto en los jardines del Palacio de Kesington, para inaugurar una estatua de Diana. Para la ocasión asistieron sus dos hijos, los que encabezaron la ceremonia y varios miembros de la familia Spencer. Los príncipes William y Harry, se había estimado invitar unas cien personas, pero debido a la pandemia sólo asistieron algunos seres queridos, los miembros del comité de la estatua, el escultor Rank-Broadley, y el diseñador de jardines Pip Morrison.
Hermanos distanciados
Para la conmemoración del 25 aniversario, no ha sido anunciado ningún tipo de acto, ni homenaje público donde podamos ver a Williams y Harry juntos. Es más ha sido comentado el distanciamiento que existe entre los hermanos, que ni siquiera fueron vistos compartiendo en el pasado jubileo de la reina Isabel, cuyas celebraciones se realizaron en junio de este año. El pasado lunes, se publicó una entrevista de Meghan Markle en la revista neyorkina “The Cut”, donde se refiere a sus nuevos proyectos y nuevamente, hace descargos contra la familia real. Esperemos que Williams y Harry, tengan pronto un acercamiento y podemos verlos juntos nuevamente, sin duda, es lo que Diana hubiese querido.
Y como como finaliza la letra de “Candle in the wind”, que Elton John le dedicó en la ceremonia fúnebre a Diana, “Tu vela se apagó mucho antes de que lo hiciera tu leyenda”.