Tener dificultad para conciliar el sueño o no poder permanecer dormido durante la noche despertándose varias veces, al igual que despertarse demasiado temprano por la mañana es lo que se traduce como padecer insomnio.

Es un trastorno que supone un auténtico quebradero de cabeza, ya que priva de tener un sueño reparador, algo fundamental para la salud del cuerpo y de la mente. Como apuntan en el Instituto Europeo del Sueño, el insomnio puede clasificarse como temporal o crónico.

En este punto, para una mujer se añade que el ciclo menstrual puede afectar en el descanso, además de al humor, a las emociones y sentimientos, y en muchos casos en los que se padece menorragia, un sangrado anormalmente intenso o prolongado, hasta para realizar actividades del día a día.

Tener cólicos, inflamación en el vientre, sensibilidad en los pechos o cambios de humor también afecta al descanso y pueden darse episodios de insomnio cuando se está en el síndrome premenstrual o durante la regla.

Diversos estudios apuntan que al 30% de las mujeres le cuesta conciliar el sueño durante su menstruación y al 23% durante los días del síndrome premenstrual. Desde luego, esto hace que se pueda estar más cansada, con una menor concentración e irritarse con mayor facilidad.

Los expertos explican que una de las posibles causas puede ser debida a la bajada de la progesterona al final del ciclo menstrual. Esta hormona estimula la sedación y el sueño, y es la encargada de equilibrar la tensión nerviosa, la irritabilidad y la eliminación de exceso de líquidos.

Evidentemente, estas alteraciones en el sueño varían en cada mujer y su grado de afectación también se ve influido por factores como el estado de ánimo, el estilo de vida y la dieta. Asimismo, hay que tener en cuenta que durante el periodo de menstruación también hay otras hormonas que se ven implicadas.

La regularidad en los ciclos menstruales es otro punto relevante que influye en este trastorno en el sueño. El insomnio menstrual es más frecuente en mujeres que presentan un periodo más irregular.

El insomnio es más frecuente en mujeres

Queda claro que las hormonas son un factor importante para poder conciliar el sueño, el otro culpable es el estrés. Todos hemos tenido dificultad para dormir de vez en cuando, sin embargo, las personas que están diagnosticadas con insomnio tienen problemas para dormir por lo menos tres noches por semana y es recurrente durante un mínimo de tres meses.

Dormir es fundamental. El sueño ayuda al cuerpo a repararse, regenerarse y recuperarse. Hay investigaciones que muestran cómo una mejor calidad del sueño ayuda a combatir infecciones, el sistema inmunitario se ve beneficiado, y además, existe un vínculo entre dormir lo suficiente y la reducción de la inflamación en el cuerpo. También contribuye a mejorar y evitar muchas enfermedades.

Un estudio realizado por la Sociedad Española del Sueño determina que un 20,8% de la población tiene al menos un síntoma de insomnio un mínimo de tres noches por semana. La prevalencia es mayor en mujeres, un 23%, mientras que en hombres se da en el 17,6%.

Los cambios hormonales y las oscilaciones de estrógeno y progesterona repercuten negativamente en el sueño. El ciclo menstrual está íntimamente asociado a los cambios en los ritmos circadianos. Como se ha mencionado, las dificultades para descansar aumentan en comparación con otros periodos del ciclo.

Los problemas de sueño se agudizan en el embarazo, y tampoco mejoran durante el posparto. El insomnio también se intensifica cuando llega la menopausia, ya que a los cambios hormonales se añaden los sofocos y sudores durante la noche.