La contaminación intradomiciliaria irrita la vía aérea y aumenta los síntomas producidos por las infecciones respiratorias. La calefacción sin buenos sistemas de evacuación de gases, el exceso de humedad y el humo de cigarrillo son los principales enemigos.

 

Debido a las bajas temperaturas y al aumento de las lluvias, en invierno pasamos más tiempo dentro de nuestras casas, utilizando distintas alternativas de calefacción para mitigar el frío. En muchas ocasiones, estos sistemas no evacuan correctamente hacia el exterior los gases emanados, acumulándose y alcanzando altos niveles de contaminación intradomiciliaria que puede resultar tóxica.

 

El mayor riesgo en estos casos es el monóxido de carbono, que en altas concentraciones puede incluso provocar la muerte.

 

Los síntomas que se manifiestan cuando se está produciendo la intoxicación son dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, dolor en el pecho y confusión. En ocasiones, los pacientes no prestan mayor atención a las molestias iniciales hasta que finalmente pierden el conocimiento.

 

En caso de aparecer síntomas como los antes mencionados, se debe ventilar inmediatamente el lugar y brindar asistencia médica al paciente a la brevedad, pues la demora puede agravar el pronóstico, e incluso ser mortal.

 

La Dra. Katherin Falck, Médico Gestor de Calidad de HELP, entrega algunas recomendaciones para evitar este tipo emergencias: “Se debe ventilar la casa todos los días, y evitar utilizar combustibles como carbón, leña o parafina, pues son los que generan mayor contaminación. Si estamos obligados a hacerlo, se debe cuidar que sea en un ambiente con ventilación permanente y que los aparatos estén en perfecto estado para asegurar una combustión lo más completa posible”.

 

Sin embargo, la humedad producida al cocinar, el polvo que queda en suspensión al hacer aseo y el humo de cigarrillo también puede provocar daños a la salud.

 

“La contaminación intradomiciliaria, que proviene de distintas fuentes, contribuye  a agravar los síntomas de las enfermedades respiratorias estacionales, sobre todo en niños, adultos mayores y embarazadas, que son los grupos de mayor riesgo. Por eso, es fundamental ventilar la casa aún cuando haga frío, y evitar conductas como fumar en un lugar cerrado”, señala la Dra. Falck.

 

La presencia de partículas contaminantes en el ambiente, ya sea al aire libre o en lugares cerrados, provocan irritación y mayor propensión a inflamaciones de las vías aéreas. De esta forma, están más expuestas a inflamarse y provocar en el paciente aumento de síntomas de enfermedades respiratorias. Esto, sumado a al frío y la humedad ambiente, es una de las principales causas del aumento del contagio de este tipo de virus e infecciones durante el invierno.

 

Para prevenir cualquier afección relacionada con las enfermedades de invierno, la especialista de HELP entrega algunas recomendaciones prácticas para evitar la contaminación intradomiciliaria:

 

  • En lo posible, prefiera tipos de calefacción menos contaminantes. Si tiene estufas a parafina, gas o carbón, manténgalas en perfecto estado, enciéndalas al aire libre y mantenga siempre ventilado cuando estén en uso.
  • Intente no levantar polvo mientras hace el aseo. Utilice un paño húmedo al sacudir, de esa forma dejará menos polvo en suspensión.
  • Ventile su casa por lo menos una vez al día.
  • Evite el exceso de vapor en la casa, que se produce al cocinar, hervir agua o secar ropa. El exceso de humedad puede causar daños a la salud.
  • Nunca fumar en lugares cerrados, menos si hay niños y adultos mayores en el hogar.

 

Teniendo en cuenta estas simples recomendaciones, se puede disminuir las probabilidades de contraer enfermedades respiratorias, y de esta forma conseguir que nuestras familias e hijos pasen un invierno más sanos y tranquilos.