Por: Elizabeth Salazar T.
Un día antes del que hubiera sido el cumpleaños N°100 del Duque, la Monarca recibió el particular regalo.
El pasado 10 de junio, fue un día muy especial para la reina Isabel II, ya que su difunto marido el príncipe Felipe, habría estado de cumpleaños, este año cumplía un siglo. Han pasado sólo algunos meses de su deceso, el pasado 9 de abril, por lo que para conmemorar la fecha, a modo de homenaje, un día antes, la monarca recibió una Rosa de Edimburgo.
Su majestad es una amante de la naturaleza y es la mecenas real de la Royal Horticultural Society, por lo que se veía emocionada de recibir la hermosa flor que tiene un color rosa intenso y que fue cultivada por el floricultor británico Harkness Roses.
El encargado de entregar tan particular a la reina, fue Keith Weed, presidente de la Royal Horticultural Society,. La rosa fue plantada junto a rosas mixtas en el East Terrence Garden, en el Castillo de Windsor. De hecho, es conocido el gusto que tenía el príncipe Felipe por la jardinería, incluso estuvo involucrado en el diseño del jardín del palacio, al que quiso colocar una bella fuente de bronce al el centro.
Un porcentaje de lo recaudado por la Rosa de Edimburgo se utilizará en la fundación llamada The Duke of Edinburgh’s Award Living Legacy Fund, cuyo objetivo es poder aumentar el acceso al programa DofE (un programa que premia a jóvenes) y para de esta forma dar oportunidad a más jóvenes de participar.
Keith Weed declaró al Times que “es una rosa que conmemora todas las cosas maravillosas que hizo a lo largo de su vida… Es una hermosa flor en sí misma, una flor doble”. En tanto, la reina Isabel II fue más escueta, afirmando que “Es preciosa”.
En el Times se cita a Weed aludiendo a la inusual apariencia en capas de la rosa y afirmando que “es una rosa que conmemora todas las cosas maravillosas que hizo a lo largo de su vida… Es una hermosa flor en sí misma, una flor doble”, a lo que la reina respondió: “Es preciosa”.