¿Conoces la historia de tu abuela materna?

¿Conoces la historia de tu abuela materna?

IrinaColumna de  Irina Duran Martínez

Psicóloga de Mujeres www.irinaduran.com

Instagram@irinaduranm Facebook/irinaduran2.0

El linaje materno nos trae vida, sabores y también amarguras algunas veces, conocer esta historia te ayudará a comprender aspectos de tu madre que pueden generar distancia con ella, aceptando de este modo, el cómo te vinculas, reaccionas y sientes el vínculo materno.

Aprender a mirar a tu madre desde la otra vereda te permitirá abrirte a la aceptación de aquellos pasajes que quisieras transformar o incluso borrar de tu historia con ella, es aprender a ver que ella también fue hija, y que mucho de lo que tú viviste o vives con ella, es herencia de lo que ella vivió con su madre, tu abuela.

Más profundo aun, es entender que en el momento en que tu madre estaba en el vientre de tu abuela, ya tenía en su útero, el óvulo que luego en el tiempo fue fecundado por tu padre para crear a la mujer que hoy eres, en definitiva, una parte de ti, ha habitado tu madre desde su origen y al mismo tiempo, también habitaste el vientre de tu abuela, por lo que ella te pudo heredar bastantes formas inconscientes de ser y sentir, ¿sabías esto?

Entonces, ahora te pregunto, ¿qué sabes de la gestación de tu madre, cómo se lo vivió tu abuela, fue tu madre una niña esperada y amada desde el inicio? Cómo reaccionó tu padre al saber la noticia? Qué situación emocional estaba transitando tu abuela en el momento de la gestación de tu madre? Y al nacer, estuvo tu abuela acompañada? Cómo fue su maternidad? Crió a tu madre desde el miedo o la seguridad? Cuáles fueron las palabras que más escuchó tu madre en su infancia? Fue guiada para ser una niña y posterior mujer segura y empoderada o más bien aprendió a sobrevivir, o a conformarse con lo que le tocaba?

Te hago todas estas preguntas, para que puedas reflexionar sobre cómo es tu madre contigo, y poder mirarla desde otro lugar, para abrirnos al amor incondicional y poder reconocerla como la niña que fue, con todo el amor o no que recibió, y cómo desde ahí, ella se construyó como mujer y luego se comportó como madre.

Es todo un viaje mirar con otros lentes, te abre a la comprensión y la aceptación, te da permiso para dejar de criticar y quejarte, para que en algún sitio de tu interior se despierte la luz de querer empezar a hacer las cosas distintas, cortar los patrones que quizás se estén repitiendo, sobre todo si tú ahora también eres madre.

Es hacerte responsable de cómo quieres mirar tu historia y ponerte en acción para cambiar lo que no te agrada.
Un ejercicio que puedes hacer es visualizar con mucho amor a tu madre como una niña, mirarla a los ojos, y sentir lo que ella sentía, y transmitirle con el poder de tu imaginación, todo el amor que sientes por esa niña y que estás aquí para ella, siendo niña, y llévala a tu corazón, dale un espacio allí, a la niña que fue tu madre.

Este ejercicio lo puedes repetir luego con la imagen de tu niña interna y también llevarla a tu corazón, permitiendo que ambas se encuentren en tu interior y jueguen felices sin preocupaciones en tu espacio seguro.

Inténtalo! Solo podrás experimentar amor incondicional y la transformación interna en tu corazón.

 

 

Categories: Columnas