Según el informe de la Organización Mundial de la Salud, nuestro país redujo su índice en un 30%, alcanzando los 6,8 litros de alcohol puro por persona entre los mayores de 15 años. Esto lo posiciona solo detrás de Costa Rica (-35%) y Corea del Sur (-33%) a nivel OCDE y segundo después de Ecuador en América del Sur (-54%).

 Según el reporte “Informe sobre la situación mundial del alcohol y la salud y el tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias” de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Chile registra un consumo de 6,8 litros de alcohol puro (LAP) en la población mayor de 15 años, reduciendo sus niveles de ingesta en un 30%, referente a los indicadores de la última década.

A nivel de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) esto lo posiciona solo detrás de países como Costa Rica y Corea del Sur, quienes redujeron su consumo per cápita en un -35% y -33%, respectivamente. A nivel sudamericano, únicamente lo supera Ecuador con un -54% de variación.

Con esta notable disminución, nuestro país se posiciona en el puesto 14 de 35 naciones de Las Américas – muy cerca del promedio de la región (6,42 LAP) – y en el cuarto lugar en Latinoamérica, pero con importantes diferencias respecto a los países que los anteceden (Argentina 8 LAP; Brasil 7,7 LAP y Perú 7,5 LAP).

Esta cifra nacional, que se compone de la suma del consumo de 6,4 LAP “registrado” (legal) y 0,4 “no registrado” (ilegal), se basa en los datos del año 2019 y obedece a una baja sostenible de los últimos tres reportes. En 2014 el análisis de la OMS señalaba un nivel de consumo de 9,6 LAP, mientras que en 2018 descendió a 9,3 LAP.

“Esta es una gran noticia para el país, fruto del trabajo mancomunado entre las autoridades y el sector privado. Como gremio hemos colaborado y generado alianzas para ayudar a impulsar políticas públicas que fomenten los hábitos responsables de consumo, además de campañas comunicacionales de impacto bajo el alero de #MenoresNiUnaGota, Derribando Mitos y el programa Smashed”, explica Juan Pablo Solís de Ovando, presidente de Espirituosos Chile, gremio que representa a los principales productores, distribuidores e importadores de destilados del país.

No obstante, en el estudio de 2014, basado en datos recogidos entre 2008 y 2010, Chile ocupó la primera posición del ranking del Cono Sur. Cifra fuertemente cuestionada por la industria de las bebidas con alcohol, que argumentó errores metodológicos en el informe. Señalaron que podría haberse sobrevalorado el mercado registrado (legal) al estimar las pérdidas del terremoto de 2010 como consumo, además de considerar la existencia errónea de un mercado ilegal (no registrado) que representaría el 20% del total.

“La actualización de las cifras entregadas en este último reporte de la OMS se condice con los datos que como industria siempre hemos manejado. Es responsabilidad de todos divulgar la información fidedigna y dejar atrás el mito de que Chile es el mayor consumidor de alcohol de Latinoamérica. Hoy, el desafío es enfocarnos en los grupos de riesgo como los menores de edad y conductores”, agregó Solís de Ovando.

El panorama chileno

Específicamente en nuestro país, el consumo por tipo de bebida se distribuye entre cerveza (48,9%), vino (25,8%) y espirituosos, más conocido como destilados (25,3%). En cuanto al consumo excesivo de estos productos, Chile ocupa el tercer lugar, por detrás de países como Perú y Bolivia.

En la misma línea, la radiografía señala que la incidencia de alcohol como causa de muerte ha disminuido considerablemente desde el último reporte (2018), con un descenso de 21,4%, situándose en un 23,3% cada cien mil habitantes. Esto significa una cantidad de 5.360 fallecidos (lo que representaría alrededor del 4% del total de casos de muertes en Chile durante 2019).

¿Qué sucede en el mundo?

A nivel mundial, el consumo promedio de alcohol por persona también ha mostrado una tendencia a la baja, disminuyendo de 5,7 LAP en 2010 a 5,5 LAP en 2019. Esta reducción ha sido más pronunciada en regiones de altos ingresos comparadas con aquellas de bajos ingresos.

Entre una de sus posibles causas, se encuentra la pandemia por COVID-19. Factor que impactó significativamente en los patrones de consumo de alcohol en todo el mundo. Entre 2019 y 2020, se estimó una reducción del 10% en el consumo global de alcohol debido a las restricciones y cambios en el comportamiento social provocados por la pandemia.

En cuanto a la tasa de mortalidad atribuible al alcohol, también se ha percibido una baja mundial, con una reducción del 20,2% en el número de muertes por cada cien mil habitantes entre 2010 y 2019. Este descenso es mayor que la disminución general del total de muertes en el mismo periodo, que fue del 14,8%.

A modo de síntesis Solís de Ovando concluye que “el informe evidencia avances significativos en la reducción del consumo de alcohol en Chile, situándose en una posición favorable en comparación con otros países de la región. No obstante, el desafío es impulsar al país hacia un consumo responsable de bebidas con alcohol. Para ello, la continua implementación de políticas públicas y programas de educación preventiva temprana en los grupos de riesgos (menores, conductores y embarazadas) será clave para mantener y mejorar estos resultados”.