Hablamos con la destacada artista de su trayectoria, de su visión de la mujer y de Chile. Pese a que se define como poco sociable, conocimos su lado acogedor y cercano para conversar.

A sus 84 años está colgando sus pinceles, por una pérdida progresiva de la visión. Es en ese contexto, en el cual está presentando su última muestra, OCASO.

Por Rebeca Ubilla M.

Hablar de Carmen Aldunate es hacerlo de un referente en el arte nacional. Hoy a sus 84 años se apronta a colgar sus pinceles producto de la pérdida progresiva de su  visión, lo que le hace cada día más difícil hacer lo que más le gusta: pintar.

 Es que como ella misma dice, de pequeña “me pusieron un pincel de chupete”. Así, para la artista trabajar en sus telas es como respirar y estar en su taller, lo que la hace más feliz.

 Nos recibe en una fría tarde de invierno, con su delantal de trabajo puesto. Nos encontramos con la misma Carmen de siempre: algo deslenguada, porfiada- como ella se define- y una gran detractora de la violencia. Se declara poco sociable, pero es acogedora y amable a la hora de conversar.

Una vez instaladas, nos cuenta de OCASO su exposición que agrupa  8 cuadros, que nacieron de un gran impulso interno -que se exhiben en el Museo Ralli Santiago- y con la cual busca cerrar su tan destacada trayectoria nacional e internacional.

¿Cómo está viviendo sú última exposición?

-Como te puedes imaginar… es como si fueras una corredora profesional y te cortaran las dos patas, esa es la idea. Entonces, estoy tratando de correr con los muñones. Significa que yo no voy a poder dejar mi taller, porque es mi amante, es mi todo y porque es donde me gusta estar, donde escucho mis libros, donde me siento tranquila, en paz, entonces estoy tratando y tratando y no me sale, porque no veo y pinto al lado. Entonces estoy haciendo collage… estoy tratando por todos los medios posibles de no abandonar los pinceles no para una muestra, sino para mí.

-¿Cómo nace la muestra OCASO?

-Si yo fuese de las personas que creen en fantasmas y si fuera esotérica, diría que fue un tirón de mechas que me dijo: “esto es lo último que vas a pintar, este es tu ocaso”. Y pinté como si estuviera poseída, pintaba como loca, no podía dejar de hacerlo hasta las 3, 4, 5 de la mañana y me levantaba temprano y seguía pintando.

Tenía pensado hacer 12 cuadros, como un ocaso por mes de año, pero cuando terminé la octava me fui a acostar y cuando me levanté para ver la novena ya no vi nada.  Hoy veo bultos, lo que para pintar es muy jodido.

¿Cómo siente que ha sido su camino como artista?

-Mi camino como artista ha sido difícil como para todos, hice de todo. Estudié en Estados Unidos y ahí lavé baños, cuidé en zoológicos, planché camisas e hice de todos los trabajos que te puedes imaginar y a la vez no dejé nunca la pintura porque era una verdadera pasión.

 Aquí hice exposiciones en tiempos en que había una galería…Ahora es muy fácil, hay miles de galerías y hacen performance etc. y no saben lo difícil que fue que me ami me aceptaran. En mi caso los de izquierda, porque soy cuica y los de derecha ,porque soy de izquierda, no tengo posición pero lo que soy …es porfiada (ríe).

Al parecer esa tozudez es lo que le ayudó a construir su camino como artista…

 -Por su puesto y el tener la pasión de pintar. Yo no quería otra cosa en la vida y si no me dejaban hacerlo ¿qué hacía? Yo sabía que si no pintaba no tenía nada que hacer en la vida. Mi mamá, mi tía, y mi abuela pintaban, como digo siempre me pusieron un pincel de chupete.

-¿Cómo ve que ha recibido esa pasión Chile?, Siempre se critica que no sabemos valorar el talento local

-Nunca han sabido valorar el talento en Chile, si tu piensas en el siglo XIX  en ninguna casa había una pintura chilena. Recién en ese siglo se reconoció a Lira y tal vez a Pacheco Altamirano. Después en el siglo XX, la gente que viaja ve que aquí se están haciendo las mismas cosas o mejores que afuera y se empieza a mirar a Benito Rojo, Balmes etc. Era gente que tenía peso. Cuando se dan cuenta que tienen pintores chilenos buenos comienzan a respetarlos.

-El 2021 la postularon al Premio Nacional de Arte…¿Por qué cree que no se lo dieron?

-Cómo se te pasa por la mente que a alguien que no sea de extrema izquierda le van a dar  un Premio Nacional ¡Imposible!  El Premio Nacional es absolutamente político, lo digo, lo declaro y lo juro!

La mujer

– ¿Por qué la mujer ha sido el tema central de su obra?

Toda pintura es un autorretrato, aunque se un punto rojo en una tela negra, algo esta diciéndote. Yo soy mujer y en el fondo pinto no mi autorretrato, sino el autorretrato de todas las mujeres, porque a todas nos pasa un poquito lo mismo, sean de izquierda o de derecha, del medio o del frente… a todas nos duelen las mismas cosas y nos pasa más o menos lo mismo.

Pero no quise hacer lo obvio, me carga, entonces los vestidos (de las mujeres de sus pinturas) los hice apretados o enredados o había un clavo por ahí, pero había que buscarlos y como a mí me enseñaron a no quejarme, fue una forma de sacarlo.

-¿Cómo ve a la mujer actual y todos los movimientos feministas que han nacido?

 -Los encuentro pavorosos. A mí me insultaría tremendamente que por esta paridad de género tuvieran que darme un puesto.

-¿Le molesta la paridad de género?

-Atrozmente. Si me dan un puesto, porque falta una mujer, quiere decir que me lo dan por pena o necesidad.

-¿Pero, no siente que a veces hay que pasarse para que nos consideren un poco?

-No!… la mujer se está empoderando de una forma idiota,  debiera estudiar más , hablar menos lesera, ejercitar  un poco más la mente y ganársela al hombre por eso, pero no por paridad de género. ¡Nunca vamos a ser iguales!, nosotras siempre vamos a tener el cordón umbilical de los hijos apretado a nuestro cuerpo hasta que nos muramos, ellos no. Nosotras  siempre estaremos preocupadas de cosas que ellos no van a estar, pero por otra lado ellos siempre van a tener más fuerza física que nosotras y van a resolver más directamente los problemas.

“Una lata”

¿Sigue pensando que Chile es una lata, como ha dicho en otras ocaciones?

-En algún momento se dijo que éramos la Inglaterra  de Latinoamérica. País que es bien entretenido si logras meterte donde están entretenidos, pero los sajones son lateros! Nosotros nos damos el gusto de vivir en un país del tercer mundo del cual cada vez estamos cayéndonos al cuarto o quinto mundo y seguimos creyéndonos los ingleses de la región. ¿En qué? En que los restaurantes a las 9 cierran, en que no hay donde ir a tomar algo a las 12 pm, en que no se puede  poner la música muy fuerte… somos lateros para todo, para hablar, para todo.

-¿Qué locura le falta hacer en esta vida?

-Locuras he hecho muchas… me falta bailar un tangazo!