Si bien se trata de una enfermedad que es la primera causa de muerte en mujeres en Chile, sobre el 95% de los cánceres de mama detectados tempranamente son recuperables.

La Organización Mundial de la Salud denominó a octubre como el mes de la concientización sobre el diagnóstico temprano de cáncer de mama.

Actualmente en Chile se diagnostican cerca de 5.400 mujeres con cáncer de mama, constituyéndose como la primera causa de muerte en las mujeres de nuestro país, desplazando a las enfermedades cardiovasculares que hasta hace un par de años constituían la primera causa de mortalidad en hombres y mujeres. Se espera que esa cifra siga aumentando, sobretodo como efecto de la pandemia por la cantidad de exámenes que fueron postergados y por los controles que se dejaron de realizar. Una cifra relevante, que pocas veces se entrega, es que sobre el 95% de los cánceres de mama detectados tempranamente son recuperables.

La Corporación Yo Mujer –www.corpoporacionyomujer.cl- es la única entidad en nuestro país absolutamente dedicada a la educación de la enfermedad y el acompañamiento a las mujeres con cáncer de mama y su entorno cercano, a través de un equipo interdisciplinario de profesionales especializados en oncología, que realizan charlas y talleres de manera completamente gratuita para las pacientes y sus familias.

Si bien sus servicios están disponibles durante todo el año, octubre es un mes intenso, ya que la Organización Mundial de la Salud lo ha denominado como el mes de la concientización sobre el diagnóstico temprano de cáncer de mama. Es rosa, simplemente porque la cinta característica que representa la patología es de este color, “como Corporación esperamos que el significado de hablar del ‘mes rosa’ no derive en la frivolización o infantilización de la enfermedad y de las mujeres que lo padecen, ni que se minimice su complejidad y la crisis que significa ser diagnosticada con cáncer de mama. Debemos hacernos cargo como lo que es: Un problema de salud pública”, enfatiza Daniela Rojas, Psicooncóloga y Directora Ejecutiva de la Corporación (@yomujercl). 

Las campañas son múltiples, y este año una vez más el fútbol se suma junto a la ANFP, dando el puntapié inicial con “El Cáncer NO es un Juego”, destacando la transversalidad de este deporte que comparten hombres y mujeres, con diferentes gustos e ideologías. Sin duda una gran plataforma que se suma a charlas y acciones dirigidas a la población sana en la detección precoz. 

BUSCAMOS EDUCAR NO ASUSTAR

La mayoría de las fundaciones que hacen campañas en octubre se abocan al tema de la detección temprana, con diferentes miradas, lo que refuerza el mensaje.

Yo Mujer busca a través de sus iniciativas de comunicación social, educar y no atemorizar, “estamos convencidas que es la educación y no el miedo, lo que redunda en mayores conductas de autocuidado, por eso entregamos mensajes respecto al diagnóstico precoz. La misma premisa nos mueve a la hora de educar en la enfermedad y de otorgar apoyo emocional a las mujeres con cáncer de mama y a sus familias.

Para ello tenemos distintos tipos de servicios, talleres y charlas donde atendemos las principales necesidades de las mujeres con cáncer de mama a lo largo de su proceso de enfermedad y de tratamiento, algunos ejemplos son las charlas de tratamientos oncológicos, charlas del cuidado del brazo de la mama operada, talleres de nutrición, preguntas al oncólogo, talleres de radioterapia, quimioterapia y además todos los que son de la esfera del apoyo emocional, como nuestra charla para las redes de apoyo, taller psicoeducativo para los niños, para las parejas, talleres de sexualidad, etc. Como ven las opciones programáticas son amplias y vamos revisándolas constantemente, con el objetivo de ir mejorando nuestros servicios y estando atentos a cuales son las nuevas necesidades que van apareciendo”, comenta la psicooncóloga Daniela Rojas.

Este es un periodo particularmente sensible de mucha vulnerabilidad, de mucho temor, de muchos sentimientos de soledad por estar viviendo algo que es desconocido para el resto o que no habíamos tenido la experiencia cercana. La red de apoyo de la paciente es fundamental, ya que constituye uno de los principales recursos para enfrentar de la mejor manera posible el diagnóstico, “ es bueno tener claro que no solamente apoyar significa estar presente para distraer, aquí necesitamos una red de apoyo que sea capaz de sostener conversaciones difíciles que tienen que ver con la enfermedad, con el sufrimiento y con el miedo a la muerte, aún en caso de buen pronóstico, y esas conversaciones no estamos acostumbrados a tenerlas; por lo que es importante una red de apoyo que pueda sostener las emociones de difícil enfrentamiento como la tristeza, la rabia, el miedo… poder conversar acerca de los temores, abrir los canales de comunicación para facilitar la expresión emocional más que para reprimirla que es algo que solemos hacer frente al sufrimiento del otro”, enfatiza la profesional.

SOMOS UNA SOCIEDAD NEGADORA DEL SUFRIMIENTO

En cuanto al acompañamiento, muchas veces, como mecanismo de protección intentamos que el otro no entre en la emoción o salga rápidamente para que recupere su cauce y esté lo más tranquilo posible en el menor tiempo posible.

Sin embargo, desde la mirada de la Corporación Yo Mujer, es relevante poder construir un tipo de vínculo donde se pueda conversar de estos temas, llorarlos si es necesario, además considerar el apoyo “logístico”, que puede parecer secundario, pero es muy importante que también pueda haber una red que ayude con las labores o las tareas que esa mujer realizaba hasta antes de su enfermedad, por ejemplo, una mujer que tiene hijos y necesita ir a buscar a los niños al colegio, una red que pueda sacar también a los niños mientras la mamá está en terapia, ayudar en las labores del hogar, compras, llevar a las pacientes a sus tratamientos, acompañarla a controles, hacer trámites, de manera que puedan abocarse en su tratamiento.

“Es importante reflexionar sobre nuestra relación como sociedad con la muerte, también con el sufrimiento. Somos una sociedad tremendamente exitista, triunfalista que valora la autosuficiencia, la gestión personal, eso hace que la enfermedad también se vea teñida por esos mandatos sociales. Esto engrana de manera casi perfecta con la narrativa que se ha usado comúnmente ya hace más de 40 años en cáncer que tiene que ver con significarlo como un enemigo, como una guerra, por lo tanto, se les impone a las pacientes que la mejor actitud que pueden tener  es la de “luchar”, “pelear”, estando siempre fuertes, siempre bien, contentas, positivas, verse bien; de alguna manera la exigencia social es dejar atrás toda la vulnerabilidad que significa estar diagnosticada con una enfermedad como un cáncer de mama. Lo que nosotros hacemos frente a esta situación es que se logre entender que toda esta carga que se exige de positivismo no tiene ningún respaldo científico en términos de controlar el avance o la remisión de la enfermedad y que, por el contrario, puede causar mayor sufrimiento y soledad” finaliza la Directora Ejecutiva de Corporación Yo Mujer”.