Por: Elizabeth Salazar T.
Recientemente se estrenó la tercera temporada de la traviesa niña pelirroja en Netflix, se encuentra basada en los libros “Anna de tejados verdes” de Lucy Maud Montgomery, que nos cuenta una historia ambientada en la década de 1890 de Anne Shirley, una niña huérfana de 13 años es enviada por error a vivir con dos hermanos Matthew y Marilla Cuthbert en la Isla Príncipe Eduardo.
Desde su llegada a la isla, Anne revolucionará el lugar con su tremenda imaginación, su valentía y perseverancia para todo lo que se propone. Aunque acostumbrarse a su nueva vida no le será nada fácil, de hecho al inicio sufre bullying y discriminación en su colegio, pero su inteligencia y personalidad logra revertir las situaciones más difíciles. Todas las mujeres nos podemos sentir en cierta forma, identificada con Anne, creo que en cierta forma, debido a eso las razones de su éxito.
Durante las tres temporadas de la serie, veremos a Anne con algunos dilemas propios de la adolescencia, como: la inseguridad por su aspecto, sus cambios físicos, las amistades en el colegio, los primeros amores y los desafíos de ir creciendo.
Es imposible no encariñarse con los personajes de la serie, logran ser muy queribles, sobretodo Amybeth McNully, su simpática protagonista, tiene mucho carisma para interpretar a la pequeña revoltosa Anne.
La serie toca temas tan variados y actuales como la equidad de género, el feminismo, el respeto hacia a las personas, el valor de familia y la amistad. Una bonita alternativa para ver estos días, es fácil engancharse y no querrá dejar de verla.
