Viajando por Europa, El Pacífico Sur y Africa  fue donde conoció las formas de salud y cuidado corporal natural de muchas mujeres, las que luego incorporó en su exitosa marca, la que se adelantó a las tendencias actuales. Acá te presentamos su historia!

Por Rebeca Ubilla M.

Pocas pueden contar su historia, pero su tenacidad y lucidez la llevaron al éxito. De quién hablamos? De Anita Roddik, la creadora de The Body Shop, la marca de cuidados de la piel, que hoy cuenta con cientos de locales alrededor del mundo y que se caracteriza por ser cruetly  free, utilizar la economía circular y fomentar el empoderamiento de la mujer.

No lo crearás, pero tras el éxito de esta marca está el “sendero hippie” de su creadora -hija de inmigrantes  italianos en Inglaterra- esto ya que viajando por Europa, El pacífico Sur y Africa, fue donde se familiarizó con los rituales y costumbres de muchas culturas de países subdesarrollados, incluidas sus formas de salud y cuidado corporal: “Yo soy la suma total de todas estas historias y experiencias. Estos relatos dieron forma a la geografía de mi mente y, por lo tanto, a mi forma de pensar los negocios”, ha señalado.

En sus viajes descubrió que las mujeres eran capaces de cuidar su cuerpo sin comprar ni un solo cosmético: “Fuera donde fuera, siempre conversaba con las mujeres para averiguar qué utilizaban para el cuidado corporal, fuera barro o cáscara de piña”. Sin ser consciente de ello, se estaba adelantando a la “revolución verde”.

Más que una marca

 Tras casarse en 1970 con Gordon Roddick, un hombre con espíritu bohemio igual que ella, que escribía poesía y le encantaba viajar, Anita empezó a gestar su negocio. Para mantenerse a sí misma y a sus hijas, decidió abrir una pequeña tienda donde podría emplear algunos de los conocimientos cosméticos de la naturaleza que adquirió durante sus viajes: “No tener dinero me permitió encontrar el genio creativo dentro de mí. Si hubiera tenido una enorme cantidad de ingresos, habría asistido a una escuela de negocios top y nunca hubiera hecho lo que hice”.  Así fue como en 1976 abrió su primera The Body Shop.

Su principal objetivo era proporcionar productos para el cuidado de la piel de calidaden envases reciclados y tamaños de muestra.

 Pero sin duda, el gran acierto de Anita Roddick fue adelantarse a las tendencias que décadas más tarde se impondrían en todo el mundo: “Las empresas tienen el poder de hacer el bien. Es por eso que la misión de The Body Shop es dedicar nuestro negocio a la búsqueda del cambio social y medioambiental. Utilizamos nuestras tiendas y nuestros productos para ayudar a comunicar los derechos humanos y los retos medioambientales”.

El éxito de la marca se dio por el origen natural de los cosméticos, la prohibición de testeo en animales desde sus inicios, el activismo por los derechos humanos, el sentido del humor entre los trabajadores, el empoderamiento de la mujer y la economía circular con servicios de reciclaje y de rellenado.

The Body Shop no solo es la segunda marca de cosméticos más confiable en el Reino Unido, sino que es la 28ª en la lista mundial de las mejores marcas.

 Tanto Anita como la marca han recibido múltiples reconocimientos. Una mujer, que sin duda ha dejado huella.