La coronofobia es la fobia específicamente asociada al COVID-19, afecta de manera más rápida a personas con un nivel alto o medio alto de ansiedad.

En el mundo, más de 364 millones de personas han tenido COVID-19 y se han registrado más de 5 millones de muertes por la infección. Desde noviembre de 2021 la OMS, dio a conocer la nueva variante, la cual ha sido la más trasmisible a la fecha. Ómicron llevó a desbordar los centros de testeo y hospitales, generando un miedo irracional, denominado “Coronofobia”, en aquellos que aún no se han contagiado. En Chile,  más de 1 millón de personas mayores de 15 años padecen de trastorno de ansiedad, lo que corresponde al 6,5% de la población según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De igual manera, un tercio de la población chilena se encuentra afectada de algún tipo de enfermedad mental, como angustia, estrés o depresión.

Otros de los síntomas asociados a la fobia, que describe Arantxa Duque Moreno, Directora de la Carrera en Psicología de la Universidad Internacional de Valencia y Doctora en Neurociencias, son la dificultad para concentrarse en otras tareas o evitar realizar actividades incluso en contextos seguros, cuando ya se está vacunado, la excesiva auto observación de los síntomas, obsesión con la limpieza e higiene de las manos y con la realización constante del test de detección COVID,  miedo de infección a través del contacto físico o los espacios cerrados, miedo contante a la muerte o infección de seres queridos, aislamiento social y soledad, pérdida masiva de empleo o  inestabilidad financiera.