No usar anteojos certificados que estén rayados, utilizar mascarillas y mantener el distanciamiento social, son algunos de los consejos de oftalmólogos e infectólogos de las clínicas Santa María, Dávila, Vespucio, Ciudad del Mar, Biobío y de la red de Centros Médicos Vidaintegra, para disfrutar del eclipse cuidando nuestra salud.
Hace más de un año se registró un eclipse solar que nos dejó atónitos y que también nos entregó muchas enseñanzas de cómo proteger nuestros ojos para este tipo de evento astronómico. Usar anteojos certificados, comprarlos en el comercio formal y no mirar en forma directa al sol, nos permitió disfrutar de este acontecimiento sin contratiempos.
Este año, sin duda, será diferente. En medio de la pandemia, el próximo 14 de diciembre, podremos apreciar el eclipse total de sol que cruzará las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Biobío, y de manera parcial todo el territorio nacional. Además de las medidas aprendidas del evento anterior, este año los especialistas entregan consejos para evitar el aumento de contagios por COVID-19.
El Dr. José Gregorio Martínez, infectólogo de Clínica Vespucio, recomienda estar atentos ante la situación de las comunas donde se espera una mejor visualización del eclipse y no viajar donde la realidad de estas no las hace seguras.
Medidas preventivas
¿Cuál sería la situación ideal? “Observar el eclipse desde nuestras casas, ya que es la posición desde la cual estaríamos menos expuestos. Sin embargo, entendiendo la necesidad de buscar lugares con posición ventajosa para la observación del cielo, se sugiere elegir sitios sin aglomeraciones y en espacios abiertos, con un número de personas acorde al área, pero recordando que al elegir estas opciones debemos practicar las medidas de prevención comunitarias que, hasta la fecha, han logrado reducir la transmisión del coronavirus: uso correcto de mascarilla, higiene frecuente de manos y distanciamiento social”, recomienda el Dr. Martínez.
“Por último, se entiende que el eclipse es un fenómeno natural interesante y poco frecuente, pero la realidad actual de pandemia es también única y nos tiene enfrentándonos a desafíos sanitarios inéditos y de costos inmensurables para esta generación, por lo que no nos podemos permitir bajar la guardia”, agrega.
En cuanto al cuidado de nuestros ojos, los oftalmólogos de Clínica Santa María, Dávila y Vidaintegra recomiendan:
- No mirar directo al sol.
- Usar anteojos certificados ISO 12312-2 y adquirirlos en el comercio formal.
- No usar anteojos certificados con más de 3 años de antigüedad o que se encuentren rayados.
- También se pueden utilizar visores para soldar con filtro 14 como mínimo.
- Nunca mirar al sol con dispositivos móviles, placas de radiografía o anteojos de sol.
Al respecto, el Dr. Esteban Fuentes, oftalmólogo de Clínica Santa María, explica que nunca se deber mirar al sol de manera directa, haya o no eclipse. “Lo que sucede cuando hay un eclipse es que existe una falsa sensación de seguridad de que se puede mirar directo, pero eso no es así. Puede ser tremendamente dañino y perjudicial para nuestra vista. Hay que mirar el eclipse con anteojos de sol con certificación ISO 12312-2, los que deben ser adquiridos en el comercio formal. Es la única manera de asegurarnos de que sean auténticos”.
Además, agrega que, si tenemos de estos anteojos utilizados con anterioridad, hay que verificar que no tengan una duración de más de tres años y que estén en perfecto estado, es decir, sin ninguna raya.
A estas recomendaciones, el Dr. Antonio Cornejo oftalmólogo de Vidaintegra, añade que mientras se esté mirando el eclipse hay que alternar y tener descansos, inclusive mientras se utilizan los anteojos de protección. “Es necesario que existan períodos de descanso, ya que observarlo de forma prolongada podría dañar y quemar la mácula, parte importante de la retina, lo que significaría una pérdida irreversible de la visión”.
¿Qué daños se pueden provocar?
“Mirar al sol de forma directa causa daño ocular, específicamente en la retina, particularmente a nivel de la mácula, que es la zona retiniana especializada en la visión de colores, detalles y formas. Este daño puede ir desde la pérdida visual central, pasando por una pérdida de colores o una alteración de la visión de las formas, lo que se produce rápidamente: sólo bastan segundos a un minuto y medio más o menos de exposición sin protección para establecer un daño que puede llegar a ser irreversible”, explica el Dr. José Luis Liebbe, oftalmólogo experto en retina de Clínica Dávila.
Mientras que el oftalmólogo de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Andrés Díaz, recalca que la susceptibilidad a la radiación solar en los ojos es bastante individual, por lo que no es posible saber quiénes son más susceptibles y quiénes no, lo cual hace aún más relevante la protección y el uso adecuado de los lentes.
Cuidado especial con los niños y niñas
El especialista de Clínica Ciudad del Mar enfatiza en que debe existir un cuidado especial con los niños, ya que el desarrollo de sus ojos es distinto al de un adulto.
“Los niños son más susceptibles aún porque tienen el tamaño pupilar un poquito mayor, por lo tanto, entra más luz al ojo. Además, su cristalino es más transparente, entonces tienen un filtro de radiación solar que es menor. Sumado a eso, los niños carecen de la capacidad de saber cuál es el riesgo de exponerse a mirar un eclipse de forma directa, a diferencia de un adulto”, explica Díaz.
Por ello, recomienda que siempre estén supervisados por un adulto responsable y que utilicen los implementos necesarios para ver el eclipse: “Si usan de forma adecuada los lentes con filtros específicos, que son los ISO 12312-2, y miran el sol con ellos puestos directamente por períodos de máximo un minuto, y con la supervisión de un adulto, la observación será segura”.
Por último, recomienda no compartir los anteojos, ya que, al estar en el rostro, pueden ser fuente de contagio de COVID-19.