La etapa de crecimiento de un niño es tan importante que debe ir acompañada de una buena alimentación. Entre las principales recomendaciones se encuentran consumir alimentos no procesados, bajo en calorías, azúcares sodio y grasas saturadas para lograr un óptimo desarrollo y crecimiento en este periodo. 

La alimentación temprana de un niño, entre 6 y 10 años, tiene como objetivo lograr un óptimo desarrollo de hábitos saludables para su vida. Respecto a esto, la familia tiene un rol fundamental en la adquisición de un estilo de alimentación más sano, ya que son influenciados por sus padres o cuidadores.

Dentro de la ingesta recomendada, se debe fraccionar en 3 a 4 comidas principales, más 1 o 2 colaciones saludables, en caso de que sea necesario, y todo dependerá del requerimiento energético de cada niño. Además, se debe cuidar el tamaño de las porciones y evitar el consumo de alimentos ultra procesados con alto contenido de calorías, azúcares, sodio y grasas saturadas.

María Fernanda Jara, nutricionista de Daily Foods, empresa de alimentación saludable explica que “La etapa de crecimiento de un niño, es una de las más relevantes respecto al desarrollo de hábitos saludables que pueden perdurar en su vida adulta. Los padres son los principales responsables de que los niños adquieran estos hábitos, por lo tanto, la alimentación es una instancia que debe involucrar a todo el conjunto familiar”.

En el desarrollo de su crecimiento, los niños mayores de 6 años ya son capaces de comprender la relación entre los alimentos y sus efectos positivos en su salud, por lo tanto es un momento clave para realizar educación alimentaria. Durante este periodo, los niños permanecen gran cantidad de horas en el colegio, lugar fundamental para adquirir habilidades sociales y conocimiento para una buena alimentación. Además, incrementan la realización de actividades físicas, y dependiendo de qué tan activo sea cada niño o niña, irán variando sus requerimientos de energía y nutrientes.

Según la nutricionista de Daily Foods, dentro de la guía de alimentación para un niño o niña de entre 6 y 10 años, se recomienda lo siguiente:

  •  Leche y derivados : 4 porciones diarias. Por su aporte de proteínas, vitaminas del complejo B, vitamina A, calcio y fósforo.
  • Frutas y verduras:  5 porciones diarias (crudas o cocidas). Por su aporte de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra.
  • Pescado : 2 a 3 porciones a la semana. Por su aporte de proteínas, minerales, vitamina D y omega 3, preferentemente cocido al horno o al vapor.
  • Pollo, pavo o carnes bajas en grasas 🡪 3 porciones a la semana. Por su aporte de proteínas, vitamina B12, hierro y otros minerales. El consumo de embutidos debe evitarse.
  • Legumbres : 2 a 3 porciones a la semana. Por su aporte de proteínas, carbohidratos complejos, fibra, vitaminas y minerales.
  • Huevos: 2 a 3 porciones a la semana. Por su aporte de proteínas, Vitamina A y D, y minerales como el fósforo y el selenio.
  • Cereales (pan, pastas, arroz de preferencia integrales) y papas: 3 a 5  porciones al día, dependiendo del requerimiento individual de energía. Por su aporte de calorías, vitaminas del complejo B y fibra en los cereales integrales.
  • Agua 🡪 6 a 8 vasos diarios. Como principal fuente de hidratación.

“Es recomendable que los niños realicen 60 minutos de actividad física al día. Los padres deben promover la práctica del juego o del deporte, y también evitar que los niños estén muchas horas frente a la pantalla del televisor, celular o computador”, explica la especialista de Daily Foods.

Es importante considerar que todos los consejos señalados anteriormente son necesarios para generar un buen hábito de alimentación, y de esta forma, asegurar un consumo de macro y micronutrientes necesarios para un óptimo crecimiento y desarrollo en los niños.