El intercambio de pensamiento es visto por los trabajadores como uno de los principales beneficios de la equidad de género. Y, más allá de los estereotipos, toma fuerza la idea de que el estilo de liderazgo está lejos de ser algo que se diferencia por ser mujer u hombre.
Por segundo año consecutivo, el intercambio de pensamiento es uno de los principales beneficios que obtienen las empresas que apuestan por la equidad de género. Así lo revela una consulta realizada por la consultora Robert Half, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Según el sondeo, el 46% apunta al intercambio de pensamiento como la primera opción al pensar en qué ganan las empresas y los equipos cuando existen políticas de equidad de género. La cifra representa un alza de 3% con relación al año anterior. “El liderazgo femenino y la igualdad de género son partes fundamentales de la cultura y el ADN de una empresa. Y el éxito a largo plazo solo llega si éstas son capaces de aprovechar todo el potencial de sus colaboradores”, dijo Leslie Muñoz, Gerente de División en Robert Half Chile.
Entre los otros beneficios, destaca la atracción y retención de talentos (31%), una mayor motivación con relación al trabajo y el equipo (13%) y mayor productividad (10%).
¿Liderazgo femenino o masculino?
Un estudio realizado en conjunto por Robert Half y el Instituto Insper, en Brasil, reveló datos interesantes sobre la equidad de género y el liderazgo. Más allá de los estereotipos de género, esos que nos llevan a esperar de las mujeres elementos como la benevolencia, gentileza y humildad y de los hombres otros como la fuerza, dominación, asertividad, autenticidad y competencia, y el estudio concluyó que solo contribuyen a sostener la idea errada de que existe un estilo de liderazgo femenino y otro masculino.
Uno de los principales resultados del estudio reveló que los fundamentos de un liderazgo efectivo y productivo se basan en conductas que no están asociadas al género. El punto es que los líderes, independientemente de si son mujeres u hombres, requieren condiciones de escucha activa, apoyar al equipo en situaciones difíciles para conseguir legitimidad ante quienes son están a su cargo.
“El estudio evidencia el arraigo de una serie de estereotipos que definen ciertas ideas preconcebidas sobre los roles y capacidades de mujeres y hombres. Sin embargo, tanto los resultados de Chile como el de Brasil, confirman que la idea fundamental es hablar de personas con determinadas capacidades y estilos para liderar, más allá de su género”, reflexionó Leslie Muñoz.