Cine clásico: Marilyn Monroe ícono dorado y actriz invalorada

Cine clásico: Marilyn Monroe ícono dorado y actriz invalorada

Por: Elizabeth Salazar T.

Cuál es la primera imagen que se nos viene a la cabeza, cuando pensamos a Marilyn Monroe, lo más probable es que sea una de la actriz usando el famoso vestido blanco, levantado por la rejilla de ventilación del metro, que corresponde a una foto promocional de “La comezón del séptimo año”,  del director Billy Wilder. Quien amaría el talento de Marilyn, a pesar de sus llegadas tardes al set y las muchas repeticiones de escenas que debía hacer a veces, porque la actriz olvida sus líneas dejaban de importar, porque el resultado, era increíble decía Wilder, en una entrevista.

El arribo al cine de Norma Jeane Baker no fue fácil, ni su vida tampoco, nació un 1 de junio de 1926, en los Ángeles su madre Gladys Baker, curiosamente trabajó en la industria cinematográfica (cortando negativos), desgraciadamente fue internada en varias ocasiones en hospitales mentales. Marilyn nunca conoció a su padre, por lo que debió pasar su infancia y adolescencia entre orfanatos y unas nueve casas de acogida. Esa carencia afectiva, la llevó a albergar esperanzas en que todo cambiaría, cuando ella formará su propia familia. Su primer matrimonio fue con James Dougherty (1942-1946),  desgraciadamente él debió partir a la guerra y la joven Norma se puso a trabajar en la fábrica Radioplane Company (una empresa de aviones),  fue ahí donde la descubrieron cuando le tomaron unas fotografías en su puesto de trabajo y como dirían el resto es historia.

Marilyn en Radioplane Company

Modelo y actriz

En sus inicios Marilyn, comenzó haciendo publicidad en revistas y televisión, hasta que en 1947 fue contratada por la 20th Century Fox, su primer papel fue en la película “Scudda hoo! Scudda hay!”, pero eliminaron  sus escenas porque la consideraron poco  fotogénica (increíble). Ese mismo año logra finalmente, conseguir una brevísima aparición en “Edad peligrosa”, pero tras esto le cancelaron su contrato. Debido a esto Marilyn decidió tomar clases de actuación. En 1950 cuando obtuvo un papel en el film “Locos de amor” de los hermanos Marx, donde ya se vislumbra el estilo de la Marilyn que pasaría a la posteridad. Ese mismo año trabajó en “La jungla de asfalto” dirigida John Huston, donde interpretó a Angela, la amante de un abogado, una gran oportunidad que ella no desperdició. Además, fue considerada para  un pequeño papel en un film protagonizado por Bette Davis “La malvada”, en el que realizó el papel de una actriz, Claudia Caswell, donde mostró su inocencia y simpatía, que la llevarían a la fama. De hecho, el director del film Josep L. Mankiewicz, reconoció que “Esa chica tiene algo especial”, sin duda así era.

Marilyn en “La Malvada”, junto a Bette Davis

El difícil camino a la fama

La joven Marilyn quería triunfar como actriz y aunque sus inicio no fueron fáciles, puso todos sus esfuerzo en eso, se inscribió en clases nocturnas de arte y literatura, en la Universidad de California en 1951. Además, fue contratada para roles secundarios en los films  “Home Town Story”, “As Young as You Feel” y “Love Nest”. En 1952 trabajó en la película “Tempestad de pasiones”, bajo la dirección de Fritz Lang, algo que sin duda ayudaría mucho al despegue de su carrera. De hecho en su siguiente trabajo, compartiría roles con Ginger Rogers y Zsa Zsa Gabor, en la comedia “Travesuras entre matrimonios”. Y aunque no lo crean lo siguiente que hizo fue un thriller, “Almas desesperadas”, que según declaró le exigió realizar escenas de mucha carga dramática, pero no fue exitoso. Su siguiente actuación, seria en Me siento rejuvenecer”, dirigida por Howard Haws y donde compartía protagonismo con Gary Grant y Ginger Rogers. Aquí nace el look de Marilyn que conocemos, ya que por primera vez utilizó la melena platinada, que la hizo famosa.

El que la sigue….

Finalmente, Marilyn es protagonista absoluta en un film, “Niágara” en 1953, de hecho el presidente de la Twentieth Century Fox, solicitó que ella fuera contratada para interpretar a Rose. Aunque a algunos críticos nos gustaron de su actuación, muchos quedaron impactados con su belleza. Incluso el artista Andy Warhol, plasmaría a Marilyn en sus famosos retratos, por una de las imágenes basado en una de las imágenes promocionales de la película. Particularmente, creo que Marilyn realiza una muy buena interpretación, logra mostrar su característica coquetería, pero también convence en las escenas más dramáticas.

Ese mismo año, Marilyn filmaría “Los caballeros las prefieren rubias”, donde interpretaría a Lorelei Lee, una cantante y bailarina, donde aparece en la mítica escena con el vestido rosado y rodeada de hombres que le ofrecen joyas, mientras canta “Diamonds are a girl’s best friends”. Además compartiría roles con Jane Rusell, con quien logró entablar una amistad, fuera del plató.

“Los caballeros las prefieren rubias”

Conquistando millonarios

Su siguiente film seria “Cómo casarse con un millonario” en 1953, compartiría protagonismo con Lauren Bacall y Betty Grable. Marilyn interpreta a Pola, una modelo que junto a sus amigas, tal como dice el título, quieren lograr cautivar a algún millonario, para casarse con él.

El año 1954 actúa en “Río sin retorno”, una cantante conoce un rudo vaquero interpretado por Robert Mitchum, ambos viven muchas aventuras juntos. Su siguiente trabajo seria la comedia musical “Luces de candilejas”.

Matrimonio con Joe DiMaggio

Cansada de interpretar roles de “Rubia tonta”, al que había sido encasillado, Marilyn se negó a participar en el film “The girls in pink titght”, junto a Frank Sinatra, por lo que el estudio la suspendió en forma temporal, el 4 de enero de 1954. Tanto los columnistas de Hollywood como la actriz iniciaron una campaña para contrarrestar la decisión de la 20th. Century Fox.

Aunque no todo era negativo en la vida de la actriz, ya que contrajo matrimonio con el jugador de béisbol Joe Dimaggio, en un ayuntamiento de San Francisco. Posteriormente, se fueron de luna de miel y Marilyn sola, partió a entretener a las tropas que se dirigían a la guerra.

En febrero, regresó a Hollywood, en gloria y majestad, ya que recibió el premio Photoplay a la estrella femenina más popular. Su campaña rendio frutos, porque el estudio le aumento el sueldo y la contrato para “La comezón del séptimo año”, por primera vez la dirigiría Billy Wilder, su actuación le valió por primera vez una nominación al premio BAFTA, como mejor actriz extranjera. Aunque Dimaggio estaba furioso con la escena en que se levantaba su blanco vestido y meses después solicitó el divorcio.

“La comezón del séptimo año”

Actor’s Studio

Marilyn decidió retirarse por un tiempo del cine, quiso formar su productora y perfeccionar su actuación. Gracias a la sugerencia de su amigo Thruman Capote, se inscribió en clases de teatro con Constance Collier, la que desgraciadamente días después falleció. Tras esto Marilyn decidió inscribirse en el prestigioso “Actor’s studio”, ahí tuvo como maestro al actor y director Lee Strasberg.

En 1956 actúa en “Nunca fui una santa”, Marilyn incluso pudo escoger al director de la película Joshua Logan, fue su elección. Logan quedó tan impresionado, que dijo que debió haber sido nominada al Óscar por el papel. Aunque no fue considerada por la Academia, si lo fue por los Golden Globes, que la nominaron como mejor actriz de comedia.

Matrimonio y judaísmo

El 29 de junio de 1956, la actriz y Arthur Miller, como el escritor era judío, Marilyn debió convertirse a esa religión.  Tras el enlace la pareja se trasladó a Londres y Marilyn comenzó a rodar la primera película de su productora “El príncipe y la corista”, dirigida y protagonizada por Laurence Olivier. El rodaje fue muy estresante para la actriz, que se encontraba embarazada y sufrió un aborto espontáneo (este período se encuentra muy bien representado, en la película “Mi semana con Marilyn” del 2011). Su actuación le valió obtener el premio David di Donatello en Italia y una segunda nominación al premio BAFTA. A pesar del éxito profesional, sus trastornos emocionales y anímicos, la hicieron adicta a los barbitúricos y al alcohol.

Marilyn y Arthur Miller

Una Eva y su premio

En 1959, nuevamente es reclutada por Billy Wilder, para trabajar en “Una Eva y dos Adanes”, protagonizado por Tony Curtis y Jack Lemmon. Durante el rodaje Marilyn llegaba tarde, olvida sus líneas, lo que creaba tensión con sus compañeros y con el director. Marilyn tuvo una breve relación con Tony Curtis, de la que quedó embarazada y nuevamente abortó.

A pesar de las dificultades, el film lograría un resultado extraordinario y fue muy alabado por la crítica, obtuvo cinco nominaciones al Óscar y Marilyn ganó un Golden Globes, por su rol de Sugar Kane, como Mejor Actriz de Comedia o Musical.

La actriz con su Golden Globes

Ya en 1960, la actriz comenzó a rodar “El multimillonario”, las condiciones físicas de Marilyn no eran buenas y que solicitó a su marido Arthur Miller, reescribir el guion, retrasaron la filmación. Varios famosos actores declinaron participar en la película, como Rock Hudson o Gregory Peck, hasta que Ives Montand, un actor francés acepto. Monroe y Montand tuvieron un breve romance, a pesar de estar ambos casados. Monroe le pidió que dejará a su esposa, pero el actor volvió con ella tras finalizar el film.

La actriz cada vez se encontraba más afectada emocionalmente y por las noche llamaba a su psiconalista.

Buenas críticas mala salud

Su siguiente película seria “Vidas rebeldes”, el elenco estaba integrado por Clark Gable y Montgomery Clift. El guion había sido escrito por Arthur Miller para ella, pero su salud no la acompañaba. Faltaba al rodaje y le costaba concentrarse, para dormir consumía barbitúricos y alcohol. Incluso debió ser hospitalizada de urgencia en Los Ángeles, por diez días, no se informaron las causas, tras esto volvió a terminar el rodaje.

A pesar que la película tuvo malas críticas, las actuaciones de Clark Gable y Marilyn recibieron buenos comentarios, de hecho el director John Huston dijo: “Marilyn excavó dentro de sus propias experiencias personales para sacar a la superficie algo único y extraordinario. No tenía técnica de actuación. Era todo verdad, era solo ella”.

Tras su divorcio con Arthur Miller, el 20 de enero de 1961. En febrero de ese año, Marilyn ingresó a la clínica psiquiátrica Payne Whitney, donde según sus palabras vivió una pesadillas. Marilyn se comunicó con su ex marido Joe Dimaggio, y este solicitó que la trasladaran a un hospital, donde se mantuvo internada todo ese año, su salud le impidió trabajar.

En 1962, regresó a la actuación en la película “Alguien tiene que ceder”, junto a Dean Martin, la actriz tenía síntomas de sinusitis, bronquitis, pero lo peor era su inseguridad. El 19 de mayo, Marilyn asistió a una gala en New York, donde le cantó “Happy birthday’s to you”, al Presidente Robert Keneddy, en su particular estilo.

La actriz regresó a la filmación de “Alguien tiene que ceder”, filmó escenas desnuda en una piscina, que aparecieron en la portada de la revista Life. Debido a sus retrasos y ausencias fue despedida. A pesar que intentaron contratar a otra actriz, Dean Martin se opuso, por lo que tuvieron que recontratarla. Su última sesión de fotos la realizó para la revista Vouge, el fotógrafo fue Bert Stern y fue conocida en forma póstuma como The last sitting.

De la sesión The last sitting

Hay que destacar que los medios que llevaron al estrellato, también ayudaron a su destrucción, ya que la encasillaron como la rubia sexy y no le permitieron crecer como la actriz que ella realmente quería ser, lamentablemente. Recordémosla por sus grandes interpretaciones y como el ícono que es y sin duda, seguirá siendo.

Marilyn durante su último año de vida

A continuación paso a recomendar algunas películas de Marilyn Moroe, no las más conocidas, pero creo que bien vale la pena verlas, muestran el talento actoral de Marilyn, pero más allá de las comedias que la hicieron brillar y ser la estrella inmensa que llegó a ser.

Tempestad de pasiones (1952)

En este drama Mae Doyle (Barbara Stanwyck), vuelve a su pueblo natal, una pequeña población pesquera de Monterrey (California). Allí se hace amiga de una joven Peggy (Marilyn Monroe), que trabaja en la fábrica de conservas. También conoce a un amable pescador (Paul Douglas) con el que se casa, aunque poco a poco se sentirá atraída por otro hombre del pueblo…

Acá Marilyn no es la protagonista, pero me parece muy bueno e interesante su personaje, tiene diálogos feministas para la época. Su amiga Mae, viene llegando desde New York y Peggy le cuenta sus anhelos de viajar, tener una casa rodante y conocer el país, su novio la increpa diciendo: “Los niños ¿los llevarías en el asiente trasero?”, ella responde: ¿Quién dijo que tendría hijos? O  “Te casas con un tipo y lo primero que hace es mandarte”. Acá esta muy desmarcada del personaje que la llevó a la fama, su actitud es mucho más seria, me preguntó qué habría pasado si hubiera seguido por esa senda, otra habría sido su historia, vale la pena echarle un vistazo.

Director: Fritz Lang

Duración: 145 minutos

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Nunca fui una santa (1956)

 El amor entre un ingenuo vaquero “Bo” Dexter y una famosa cantante de salón llamada Cherie, se verán envuelto en una serie de incidentes,  cuando ambos se den cuenta que sus caminos en la vida son diferentes. Ella tratará de convertirse en una prestigiosa cantante, mientras que él tratará de dedicarse por completo a su rancho, ubicado en Montana.

Varias cosas me llaman la atención de este film, primero que el personaje de Monroe sea la experimentada en materia amorosa, en cambio su contraparte masculina sea inexperto, de hecho es bastante bruto para acercarse a las mujeres, casi como la actitud de Tarzán con Jane, queriendo que lo amen casi a la fuerza. Marilyn es el polo opuesto, pone la cabeza y debe tomar decisiones para escapar de la situación.  Hay una escena muy bonita y emotiva, donde ella llora, pero no les contaré más, mejor véanla.

Director: Joshua Logan

Duración: 96 Minutos

La puede comprar en Amazon

Los inadaptados (1961)

Roslyn (Marilyn Monroe) es una mujer muy atractiva que se acaba de divorciar. Conoce a dos amigos, Guido (Eli Wallach) y Gay (Clark Gable), con los que pasa unos días en la casa de Guido en el campo. Pronto ambos hombres se enamoran de ella y, compitiendo por Roslyn, muestran los rasgos negativos de sus personalidades. Después de unos días aparece otro amigo, Perce (Montgomery Clift), que es quien llega a gustar a Roslyn. Los cuatro se van a cazar caballos salvajes. La situación se hace insostenible.

Un western tremendo, con un guion de su marido en ese momento, el escritor Arthur Miller y un elenco de lujo realmente Marilyn es muy creíble en su nivel de interpretación es tan buena, como sus dos compañeros de aventuras. De hecho el mismo Director elogió su trabajo dijo: “Marilyn excavó dentro de sus propias experiencias personales para sacar a la superficie algo único y extraordinario. No tenía técnica de actuación. Era todo verdad, era solo ella”.

Director: John Huston

Duración: 125 minutos

Se puede alquilar y comprar en Amazon

Categories: Críticas de cine