Luego de semanas de relajo y desajustes en los hábitos alimentarios, es importante ir preparando el regreso a la rutina escolar. Yael Toporowicz, nutricionista de Bupa Sport, parte de IntegraMédica, nos entrega recomendaciones para ordenar y entusiasmar a los más chicos de la casa a comer de manera saludable.

 Levantarse tarde, comer a deshoras y tentarse con golosinas o productos con sellos puede estar siendo la tónica para muchos niños que están de vacaciones. Sin embargo, a semanas del regreso a clases, es importante ir pensando cómo ordenar sus hábitos alimenticios y motivarlos con opciones ricas y saludables, para que la vuelta al colegio sea más llevadera para todos.

“Es muy típico que en estos meses de vacaciones se produzcan desórdenes en materia de alimentación. Desde las últimas semanas de febrero, podemos partir por volver a regular progresivamente los horarios habituales, para ordenar sobre todo el sueño. Con esto, podemos ir ajustando los tiempos de las principales comidas del día, con un desayuno en la mañana, almuerzo en el horario que le corresponda en el colegio, una colación en la tarde y la cena, que marca la rutina para empezar a preparar la hora de dormir”, explica Yael Toporowicz, nutricionista de Bupa Sport, parte de IntegraMédica

Con el objetivo de hacerlo de forma atractiva y motivar a los niños, la especialista sugiere considerar los gustos de cada uno, ya que algunos prefieren las cosas más dulces y otros las saladas. “Por ejemplo, si la debilidad son las cosas con chocolate, se puede incluir a alimentos de la vida cotidiana, como agregar chips de chocolate semi amargo a una ensalada de frutas, o hacer algún queque con sabor a chocolate. Por otra parte, si el gusto es por las cosas saladas, buscar instancias para hacerlas de forma saludable es buena opción, como por ejemplo en vez de papas fritas de bolsa, hacer papas naturales al horno o hamburguesas caseras en vez de un almuerzo de fin de semana, incluyendo verduras y ensaladas como acompañamientos”, sostiene.

Colaciones saludables

Ya pensando en marzo, los papás comienzan a planificar la rutina de sus hijos y también su alimentación en el colegio. En este contexto, las colaciones que llevan pueden convertirse en un dolor de cabeza cuando se acaban las ideas. “En el mercado existe una gran variedad de nuevos productos que se ajustan a un perfil nutricional más saludable y que además son del gusto de los niños. Pueden ser desde barritas de cereal en base a frutos secos, galletas sin azúcar o también los clásicos que no pasan de moda, como yogurt, cajitas de leche saborizadas, y por supuesto, las frutas en formato natural o compotas”, detalla Yael.

Si uno va un poco más allá, agrega la especialista, incluir a los niños en el proceso también puede ser de ayuda para los papás como, por ejemplo, hacer barritas de cereal caseras o queques con harinas integrales y, al hacerlos parte de su colación, también toma un significado distinto para ellos.

Qué es preferible evitar

La nutricionista sugiere evitar todas aquellas colaciones que sean altas en azúcar o sodio como, por ejemplo, galletas azucaradas, alfajores, productos de pastelería en general, así como también snacks como papas fritas o similares. “Con el etiquetado nutricional, nos podemos ir guiando con los sellos de cada producto, y también con el listado de ingredientes que contienen. Hay que enseñar a los niños que este tipo de productos está bien consumirlos de forma ocasional, en cumpleaños o celebraciones, pero que en la vida cotidiana debemos preferir alimentos más saludables”, asegura.

No olvidar la hidratación

Es importante incluir la hidratación como parte fundamental de las colaciones, idealmente a través del agua, pero también se consideran alimentos con altos porcentajes de humedad, tales como la leche, frutas, jaleas. “Es ideal que los niños no consuman té o café, ya que influye en la absorción de nutrientes críticos como el calcio y el hierro, además de ser estimulantes del sistema nervioso central. Por otra parte, si es que se incluyen jugos o bebidas, que sean de forma ocasional y en sus versiones sin azúcar”, recomienda Yael Toporowicz.