- El 78% de los niños presentan bajos niveles de esta vitamina. Los datos evidencian que Chile es uno de los países que está reportando uno de los mayores déficits descritos en la literatura internacional para este rango de edad, principalmente debido a una malnutrición temprana[i].
La vitamina D ayuda a regular los niveles de calcio y fósforo en el organismo. Estos minerales son importantes para el desarrollo y la fuerza de los huesos sobre todo en niños y niñas, pero el papel de este suplemento juega un rol fundamental en la promoción de la buena salud, ya que permite la estimulación del sistema inmunitario del organismo. Este último punto es relevante, dado a que nos acercamos a la temporada invernal, época que se caracteriza por el alza de transmisión de las enfermedades respiratorias[ii].
Respecto al rol de la vitamina D en niños, el doctor Alberto Kohan, pediatra de Red Salud Arauco, explica que “ayuda al organismo a absorber y regular adecuadamente el calcio, que es esencial para la salud de los huesos. Sin suficiente vitamina D, los niños pueden tener huesos débiles o quebradizos, que se fracturan fácilmente. También pueden desarrollar raquitismo, una afección ósea causada por una deficiencia grave de vitamina D. El raquitismo puede provocar piernas arqueadas y atrofia del crecimiento”.
Actualmente, varias especialidades médicas solicitan una prueba para conocer los niveles de vitamina D, lo que se realiza a través de una muestra de sangre. Con el retorno a clases y levantamiento de cuarentenas, la visita al pediatra o médico general para el chequeo anual de salud es una buena oportunidad para hacer este chequeo sobre todo porque en ocasiones es difícil saber a simple vista cuándo existe un déficit de esta vitamina. Al respecto, el doctor Kohan sostiene que “es probable que los niños con una deficiencia leve de vitamina D presenten pocos síntomas o ninguno. Los niños con niveles extremadamente bajos de vitamina D pueden sentirse cansados y quejarse de dolor óseo o muscular”.
¿Cuál es la ingesta diaria recomendada en niños?
De acuerdo al pediatra Alberto Kohan, “se recomiendan diferentes cantidades de vitamina D según la edad del niño. En el caso de los bebés deben recibir al menos 400 UI (unidades internacionales) diariamente desde el nacimiento hasta los 12 meses. Para los niños de 1 a 18 años, el objetivo debe ser 600 UI por día”.
En un estudio realizado en 2015 en Punta Arenas, el 96,3% de los niños presentó deficiencia de vitamina D, índice que mejoró tras la suplementación[iii]. De acuerdo con una investigación en la que participó el INTA de la U. de Chile, más del 78 por ciento de los niños presentan bajos niveles de esta vitamina, que es crucial para el sistema inmunológico y que puede ser beneficiosos en el contexto de la respuesta ante el COVID-19[iv]. Los datos evidencian que Chile es uno de los países que está reportando uno de los mayores déficits descritos en la literatura internacional para este rango de edad, principalmente debido a una malnutrición temprana[v].
En adultos, la situación no es más auspiciosa. Según la última Encuesta Nacional de Salud (2016-2017) realizada por el Ministerio de Salud[vi], el déficit de vitamina D afectaría a más del 80% de la población.
¿Cuáles son las fuentes de vitamina D?
Las fuentes de vitamina D incluyen la luz solar y ciertos alimentos. Nuestra piel produce vitamina D naturalmente cuando se expone a la luz solar, es por eso que se conoce como “la vitamina del sol”. La mayoría de las personas pueden obtener la cantidad correcta de vitamina D con solo 10 a 15 minutos de exposición directa al sol algunas veces por semana. Sin embargo, dada la pandemia y las medidas de confinamiento, los niños tuvieron menos oportunidades para estar al aire libre lo que generó un déficit de este suplemento en ellos. A ello se suma que, dado que Chile se ubica muy por debajo de la línea del Ecuador, la exposición solar no siempre es suficiente para mantener niveles adecuados de vitamina D.
“La vitamina D también puede encontrarse naturalmente en pescados como el salmón, el arenque y el atún. Muchos niños no comen pescado como estos todos los días, pero afortunadamente, otros alimentos y bebidas están fortificados con vitamina D, como la leche, el yogur y los cereales para el desayuno. Incluir estos alimentos enriquecidos como parte de una dieta equilibrada sumado a suplementación es una excelente manera de ayudar a su hijo a obtener suficiente vitamina D”. sostiene el Dr. Kohan.