En el marco de la primera Feria Verde que se realizará en septiembre en la Estación Mapocho, la campaña “Todos podemos reciclar aceite” está orientada a educar a los consumidores en esta práctica que busca evitar importantes daños medioambientales.
Un litro de aceite de cocina arrojado directamente al desagüe puede contaminar mil litros de agua, limitando la reutilización del agua y generando un significativo costo en el mantenimiento de alcantarillados y estaciones depuradoras. Se trata de un producto que no es biodegradable y su descarga en ríos y cauces reduce el desarrollo de vida acuática y aumenta la proliferación de microorganismos dañinos para la salud.
Por esto en nuestro país han surgido empresas que recolectan el aceite vegetal empleado en restaurantes, hoteles, casinos y diversas empresas alimenticias, llevándolo a plantas de tratamiento para la elaboración de biodiesel. Este es el caso de la empresa Bioils, la cual recicla anualmente 5.000.000 de litros de aceite, lo que se traduce en una disminución de 12.948.000 kilos de CO2.
La compañía acaba de lanzar una novedosa campaña de reciclaje de aceite domiciliario, en el marco de la primera Feria Verde que se realizará entre el 5 y 7 de septiembre en la Estación Mapocho. En el encuentro se instalarán puntos limpios para la recolección de botellas, que luego serán trasladadas a la planta de Bioils en donde el aceite será reciclado.
Entre los beneficios del reciclaje de aceite doméstico está la disminución del tiempo y gasto de los procesos de tratamiento de aguas. Asimismo, se evita las obstrucciones en alcantarillado y la contaminación de las napas subterráneas.
El procedimiento para reciclar el aceite es bastante sencillo. Luego de ser utilizado se debe dejar enfriar para después ser filtrado con un colador y vaciado en botellas plásticas, las que se deben mantener bien cerradas. Una vez llena la botella es colocada en contenedores habilitados y posteriormente es retirada por la empresa para reciclarla y transformarla en productos como el biodiesel.