Por: Elizabeth Salazar T.
Este jueves se estrena la película nacional “Una lugar llamado Dignidad” que sigue a Pablo (Salvador Insunza), un niño de 12 años, de una familia humilde que debe quedar al cuidado de su pastor, debido a que su madre trabaja fuera como temporera. Pablo recibe una beca para asistir a una escuela misteriosa y aislada fundada por inmigrantes alemanes en Chile, llamada Colonia Dignidad, le prometen que en el lugar se verá potenciado su talento para el canto. El primer niño chileno llegado a la colonia, se convierte en el favorito del líder del lugar, el Tío Paul(Hanns Zischler), Aunque a medida que pasa el tiempo, Pablo es testigo de abusos, personas desaparecidas y criaturas demoníacas que utilizan para asustar a los niños. Sin embargo, bajo la superficie de este mundo perverso, se está gestando una revolución que podría ser su única escapatoria.
Basada en hechos reales el film nos muestra en forma bastante cruda, los padecimientos que debieron soportar de parte de Paul Schäfer quienes vivían ahí, considerado el segundo después de Dios, el sometimiento y la pasividad en que aceptaban sus órdenes, es impresionante. Una historia que llena de dolor aún y a pesar de lo que se ha escrito y mostrado, aporta una mirada realista a estos hechos.
La fotografía del film es muy bonita y su joven protagonista Salvador Insunza está muy bien en su rol, tiene un momento memorable, donde canta a capela “El baile de los que sobran”, de los Prisioneros, canción emblemática para mostrarnos el período en que se desarrolla la película y el ambiente en que se vivía en ese momento el país. En tanto, Hanns Zischler convence en su papel como Schäfer.
Es fuerte ver cómo un niño llega con toda la inocencia e ilusión de aprender y superarse a un lugar donde se supone lo cuidarían y le enseñarían cosas, pero Pablo es un adolescente astuto y logra darse cuenta de lo que en realidad estaba sucediendo en Colonia Dignidad.
Director: Matías Rojas Valencia
Estreno: 31 de marzo
Duración: 89 Minutos
Puede verla en cines
