• Si fuiste al Caribe, tomaste fotos bajo el agua a los peces multicolores y una vez en el hotel te diste cuenta que estaban fuera de foco o movidas, tienes que saber que es algo más común de lo que crees y que no eres la única persona que se quedó sin las fotos de ensueño para compartir en familia o con tus amigos. Para que no te vuelva a ocurrir, una especialista en fotografía enseña algunos trucos para conseguir la mejor imagen.

Para registrar los entretenidos momentos que pasas bajo el agua durante el verano, ya sea en la piscina o en la playa, es muy común tratar de sacar fotografías acuáticas. Para ello se necesita un equipo especial y saber algunos secretos para lograr la mejor toma.

La docente de Fotografía de la Universidad del Pacífico, Laura Rodríguez, comenta que lo primero que hay que hacer es conocer la cámara fotográfica que uno tiene y ver si se puede sumergir o no. “Para realizar fotografía submarina es indispensable tener un equipo fotográfico que se pueda sumergir, por ejemplo, cámaras acuáticas compactas de alta gama con flash incorporado, o con cámaras réflex y una caja estanca”, especifica Rodríguez.

Así, para sacar las mejores fotografías, se debe tener bastante precaución en las características y accesorios que posea la cámara, y hay que tener claro qué queremos fotografiar: si simples retratos bajo el agua o tomas más artísticas.

“Las cámaras réflex ofrecen mejor calidad de imagen al poseer mejor óptica. Además, sus objetivos luminosos harán que puedas sacar imágenes sin tener que aumentar el ISO, evitando problemas de ruido en la foto. Es importante que la cámara réflex posea al menos focales macro y angulares, para poder acercarse al sujeto o sacarlo si tiene dimensiones muy grandes y estamos muy cerca. Otra alternativa son las cámaras compactas, ya que son más manejables, versátiles y económicas. En ese caso es necesario que tengan AF (autofoco) continuo, para captar imágenes con sujetos en movimiento. Entre las cámaras compactas sumergibles más económicas están modelos como la Canon PowerShot D30, Nikon Coolpix S33 o las Panasonic Lumix”, indica la fotógrafa.

En general, la especialista recomienda elegir una cámara que también grabe videos, que tenga Live View, ópticas luminosas y AF continuo.

Pero, ¿qué pasa si tengo una buena cámara pero que no es sumergible? No hay que decepcionarse, porque existe una solución. Hoy en día podemos encontrar una gran cantidad de carcasas para varios modelos. “Las carcasas deben tener un buen sistema de cierre y deben permitir manejar la cámara en modo manual. Para las cámaras réflex existen dos tipos de carcasas: las metálicas que son más resistentes y las de policarbonato que son más económicas. Estas carcasas deben ser retiradas cuando estén totalmente secas. También se recomienda adquirir carcasas para el flash externo”, sugiere Laura Rodríguez.

Si no cuentas con estas cámaras especiales para el mundo acuático, también está la posibilidad de adquirir algunos accesorios y adecuar tu celular para el verano. “Existen fundas especiales para celulares e incluso hay algunos modelos que pueden sumergirse a baja profundidad y durante un tiempo determinado. De todas maneras, siempre se recomienda hacer pruebas antes y así asegurarse que no haya fallas o que las fundas tengan algún tipo de filtración”, comenta la docente de Fotografía de la U. del Pacífico.

Trucos para lucirte con las mejores fotografías acuáticas

Uno de los problemas que hay que sortear para sacar una buena fotografía acuática es la escasez de luz, ya que se refracta en el agua. “Cuanto más nos sumerjamos, menos luz tendremos. Por eso es necesario usar flash bajo el agua, teniendo cuidado con las partículas en suspensión, que restan intensidad lumínica y que se van a iluminar con el flash creando puntos blancos”, advierte Laura Rodríguez.

A mayor profundidad, menos luz llegará, lo que hace necesaria la utilización del flash. “A grandes profundidades, los colores se pierden. Allí, la luz del flash devuelve el color real a la escena. Los flashes para la fotografía submarina deben ser muy potentes, es por eso que el flash principal frontal no es aconsejable. Es mejor usar un flash externo con regletas o simpatía. También se sugiere elegir un flash circular, porque expande más la luz y tiene mayor cobertura. Se recomienda colocar el flash por detrás de las partículas para que no salgan iluminadas”, indica la fotógrafa.

Para evitar que aparezcan esas pequeñas partículas blancas en la fotografía, la experta entrega otro fácil consejo a seguir. “La densidad del agua y las partículas frenan la luz, por lo tanto, cuanto menos agua haya entre el objeto a fotografiar y la cámara, menos partículas en suspensión habrá. Por lo tanto, acércate lo más que puedas”, dice la docente de Fotografía de la Universidad del Pacífico.

Si el uso de flash te complica, existe otro pequeño truco que puedes utilizar. “El uso del formato RAW siempre es recomendable a la hora de realizar una imagen, ya que es un formato que no está comprimido y que conserva toda la información. Si alguna foto submarina queda oscura por falta de luz, con el formato RAW te aseguras de poder procesarla mejor”, asegura la especialista.

Las instantáneas bajo el agua demandan un gran equilibrio de parte del fotógrafo. El vaivén del agua puede dejar difusas las fotografías, al ser difícil enfocar bien con el movimiento. “Lo importante es intentar moverse lo menos posible para que no aumenten las partículas en suspensión y no sacar fotos movidas. Existen trípodes lastrados para poder hacer imágenes con velocidades largas, pero la única alternativa es saber controlar el movimiento. Busca rocas u otros elementos donde puedas apoyarte, pero siempre sin modificar o alterar el entorno natural. También va a depender si se está buceando con un determinado traje que limita más el movimiento o si se está a poca profundidad con, por ejemplo, un snorkel con trajes más ligeros”, recalca.

Finalmente otra recomendación útil es optar por el modo “manual”. “Con el modo manual puedes controlar toda la toma y la iluminación, en cambio en ‘automático’ las fotos quedan a decisión de la propia cámara”, asegura Laura Rodríguez, docente de Fotografía de la Universidad del Pacífico.