Hay ciertas características que debes detectar dependiendo de la finalidad: un cocktail o algún platillo a base de jamón.
El jamón serrano se ha convertido en un infaltable en los cocktails chilenos, es tal su adherencia que su consumo ahora puede ir en platos de fondo, entregando sabores hispanos a las preparaciones más clásicas.
Si buscas sorprender a tu familia o amigos, hay ciertas cualidad que se deben considerar a la hora de elegir un buen jamón serrano. Es por eso que el chef Jorge Quiroga, Vocero del Consorcio del Jamón Serrano Español y miembro de “Les Toques Blanches”, entrega tips y claves para reconocer el verdadero jamón serrano español.
Por ejemplo si el jamón se cortara directamente desde la pata no hay que perder de vista que siempre el producto debe estar protegido, esto se puede realiza conservando la grasa de la pata como cobertura, y ésta a su vez protegida por un plástico, simulando un sello al vacío, además algo que nunca falla, es que tenga en su costado grabado el símbolo del Consorcio del Jamón Serrano Español, esto certifica y garantiza la procedencia y calidad del producto. Además explicó que “El corte debe ser perfecto, delgado y del tamaño de la lengua. De esta manera se facilita la forma de comer el producto, poniéndolo justo sobre tu lengua”.
En cuanto a los atributos, como el aroma, la textura y el sabor, dependerá de la parte de la pata de cual se obtiene el corte. Por ejemplo, en las partes más cercanas al hueso estas cualidades se intensifican, mientras que se hace más suave pero no menos rico en el sector donde se encuentra la mayor parte carne. Respecto al aroma en particular, debe ser complejo, proteico, sin matices de carne cruda o animal
En tanto, Quiroga comentó que existen diferentes tipos de Jamones de los cuales se clasifican en: Jamón Serrano con una curación mínima de 7 meses, Jamón Serrano del Consorcio, con una curación mínima de de 12 meses y finalmente los Jamones Gran Reserva, todos aquellos que tienen una maduración sobre los 15 meses.
Como recomendación del propio Jorge la temperatura y olfato son dos aspectos que no se deben descuidar, ya que mejorarán la experiencia gustativa y de reconocimiento. En primer lugar, la temperatura del producto debe estar entre los 16 y 21 grados, siendo el ideal 21 grados a temperatura ambiente. Por último, en cuanto al olfato aseguró que “el aroma a rancio se considera positivo, hasta cierto grado, esto es producto de la maduración de la pieza”.