Evitar preparaciones con muchos aditivos y aumentar el consumo de vitaminas y minerales presentes en una dieta equilibrada, que contenga frutas, verduras, pescados, carnes roja y blancas, lácteos y frutos secos es clave para mantener las defensas de nuestros hijos durante esta época de vacaciones de invierno.
Cada vez existe mayor conciencia entre los padres chilenos sobre la importancia que tiene fomentar en los niños hábitos de alimentación saludable. Si bien, las vacaciones de invierno son un momento en que nos relajamos en cuanto a alimentación, ya sea por las bajas temperaturas o porque hay más panoramas familiares, es importante mantener una dieta equilibrada que incluya alimentos de todos los grupos, en las proporciones adecuadas y en las cantidades necesarias.
Paulina Hernández, nutricionista y jefa del programa ‘Vivir Bien’ de Sodexo Servicios de Beneficios e Incentivos, aconseja dar a nuestros hijos una alimentación lo más natural posible, tratando de no incluir muchos alimentos procesados. “Es necesario volver a la alimentación casera y aprovechar los productos locales que tenemos a disposición. Hay que evitar darles comidas procesadas, ya que en ellas existe una mayor cantidad de sodio, preservantes, conservantes incluso grasa en algunas ocasiones en relación a las versiones caseras”, destaca la profesional.
Aumentar el consumo de vitaminas
Claramente esta época es también la de mayor incidencia de virus y bacterias, por lo que es importante que los niños aumenten el consumo de vitaminas y minerales, para incrementar así sus defensas. El consumo diario de estos nutrientes son vitales para que el sistema inmune trabaje eficientemente, ya que el cuerpo no es capaz de producirlas de forma natural.
“Otra forma de prevenir las enfermedades respiratorias asociadas al invierno es consumiendo productos naturales como la cebolla, el ajo, el jengibre, la canela, el propóleo, con propiedades estimulantes y bactericidas y que además, son propios de nuestro país. En general una persona que tiene una alimentación completa, variada y equilibrada está más protegida”, subraya Paulina Hernández. También, es clave incrementar la ingesta de alimentos que contengan minerales como el zinc, presente en pescados como salmón y atún, carnes rojas, lácteos, frutos secos y además en alimentos fortificados, como algunas leches en polvo y snacks.
Para estos días en que los niños están en la casa, la empresa experta en calidad de vida sugiere el siguiente menú:
Desayuno:
Jugo de naranja y zanahoria natural con 10 gotitas de propóleo, acompañado de 1/2 de taza de granola con pasas y almendras con leche descremada o yogurt descremado.
Colación:
Yogurt con probióticos, frutas, leche descremada o una porción de frutos secos.
Almuerzo:
Debemos incluir verduras a diario en nuestra dieta. Para el almuerzo se recomienda partir con una buena ensalada o sopas de verduras. Como plato de fondo, hay que preferir las legumbres o platos caseros tipo carbonada o cazuela de pollo (se debe cocinar sin cuero) o charquicán, ambas alternativas contienen proteínas y son fáciles de preparar. Como postre, la mejor opción es la fruta fresca o compota sin azúcar.
Colación de media tarde:
Consumir un lácteo descremado y sin azúcar. Un sándwich de pan de molde integral acompañado con palta, lechuga, tomate y atún al agua. Si su hijo es pequeño, debe ser medio sándwich.
Comida:
Al igual que en el almuerzo, hay que privilegiar las verduras como ensaladas, guisos y/o tortillas. De plato de fondo una porción proteica como budín de atún, carnes al horno o a la plancha, huevo duro o pochado y 3/4 taza de arroz, fideos, choclo o 1 papa pequeña (no frita). Como postre, se recomienda siempre fruta.
Una planificada dieta en invierno resultará clave mantener un estilo de vida saludable. Si a esto se le agrega una adecuada actividad física más preparada estará una persona para enfrentar las bajas temperaturas.
Siguiendo estos simples consejos, mantendremos una dieta saludable y balanceada durante las vacaciones de invierno.
Foto vía: radioamericahn.net