• Ansiedad, enojo, decepción y angustia son parte de las emociones que pueden sentir los fanáticos del fútbol, pero ¿qué pasa cuando estos sentimientos comienzan a afectar demasiado el estado de ánimo y la salud de los seguidores de este deporte? Según la psicóloga de Clínica Vespucio, Mercy Iriarte, es importante que los fanáticos logren controlar sus emociones para evitar comportamientos que pueden llegar a ser violentos.

Le llaman la “pasión de multitudes” ya que une a fanáticos sin importar su edad, sexo, nacionalidad ni estrato socioeconómico. Para muchos es época en la que se activa el fanatismo, y sobre todo ahora que comienza la Copa América 2015, sin embargo, para otros se convierte más bien en una obsesión.

Según la psicóloga de Clínica Vespucio, Mercy Iriarte, un fanático obsesivo es una persona que puede llegar a tener actos irracionales y reacciones desproporcionadas, quitándole el verdadero sentido a la Copa América, que es disfrutar de la fiesta deportiva.

“El espectador busca con el deporte, y en especial el fútbol, una distracción, un alivio al estrés laboral. El problema es cuando se transforma en una obsesión, que es algo psiquiátrico y que hace que la persona se ponga agresiva luego de que su equipo pierde un partido”, precisa la especialista.

¿Cómo controlar la obsesión?

Si Usted no sabe si es un fanático obsesivo, atención con estos consejos para poder detectarlo y bajar la ansiedad:

· Preguntarle la opinión al entorno para ver si el fanatismo se ha hecho excesivo

· Escuchar a la pareja, dado que muchas veces la dejamos de lado por ver los partido de fútbol

· Tratar de conversar de otros temas que no sean de fútbol

· Hacer deporte

· Consultar con un especialista si siente que la situación está fuera de control

Según la profesional de Clínica Vespucio, los temas que generan mayor obsesión en las personas son los deportes –en especial el fútbol– la religión, la música y los juegos de azar. “La diferencia entre la obsesión y el simple gusto por algo es cuando existe un entusiasmo desmedido y una preocupación cegada por el objeto de fanatismo. Se genera angustia y ansiedad e incluso agresividad. En un partido de fútbol, un espectador obsesivo puede llegar a tirar botellas en el estadio, pegarle a una persona que sea fanática del equipo contrario o incluso tirarle objetos al árbitro”, concluye Mercy Iriarte.

La profesional recalca que es muy importante la educación que brindan los padres a sus hijos para combatir este problema. “Es crucial enseñar a los hijos a cómo manejar la frustración, dado que no siempre se gana por lo que no se justifican reacciones violentas ni actos irracionales o vandálicos”, asegura la psicóloga.

Perfil del fanático obsesivo

· No se pierde ningún partido

· Está constantemente con la camiseta de su equipo puesta

· Tiene pegado en su pieza pancartas de su equipo

· Si hablan mal de su equipo, encara al otro

· Comete actos fuera de toda racionalidad

· Muchas veces deja de lado a su entorno: familia, pareja, amigos.