Este 9 de diciembre llega a los cines AMOR SIN BARRERAS, una adaptación cinematográfica del icónico musical de Broadway de 1957 que lleva a la pantalla la clásica historia de rivalidad feroz y amor de juventud durante la década del ’50 en la ciudad de Nueva York.
Se trata, nada más ni nada menos, de la obra de amor del realizador ganador del premio Oscar® Steven Spielberg, quien unió fuerzas con lo mejor de Broadway y Hollywood para dar vida a una de las historias más emblemáticas de la cultura popular estadounidense del siglo XX. El equipo creativo incluye al guionista Tony Kushner, ganador del premio Pulitzer® y premio Tony®, quien también se desempeña como productor ejecutivo; el ganador del premio Tony® Justin Peck, quien coreografió los números musicales de la película; y el reconocido director de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles y ganador del GRAMMY® Gustavo Dudamel, quien dirigió la grabación de la icónica partitura.
En palabras del propio Spielberg, un poco más sobre el cómo y el porqué de este proyecto soñado por el legendario director.
UN PROYECTO INTIMIDANTE
“Esta película es probablemente la más intimidante de mi carrera. Amor sin barreras es, posiblemente, la mejor banda sonora jamás escrita para el teatro”
“Es muy intimidante tomar una obra maestra y hacerla a través de diferentes ojos y sensibilidades, sin comprometer la integridad de lo que generalmente se considera la mejor música jamás escrita para el teatro. Pero creo que las grandes historias deben contarse una y otra vez, en parte para reflejar en el trabajo las diferentes perspectivas y los distintos momentos en el tiempo”.
UN LEGADO SAGRADO
“Me encanta la película original hecha por Robert Wise con Jerome Robbins. Wise fue un amigo cercano durante muchos, muchos años, y hablé con él sobre la película hasta la saciedad. Y Walter Mirisch, que produjo Amor sin barreras [1961], es otro querido amigo que me contó todo tipo de grandes historias sobre la realización de la película”
“Tienes que pedirte a ti mismo, una y otra vez, una justificación para pisar lo que se siente como terreno sagrado. Todos lo hicimos. El riesgo que conlleva este proyecto no se nos escapa, pero todos los involucrados ingresaron a él con tremendo amor y respeto, rayando en la reverencia, por la obra y obviamente por sus legendarios creadores. De todas formas, también sabíamos que teníamos que hacer una película para nuestro tiempo y hacerla con una comprensión contemporánea, y con los valores contemporáneos a los que nos suscribimos”.
EL CAMINO PROPIO
“Esas cuatro personas [Leonard Bernstein, Arthur Laurents, Jerome Robbins, Stephen Sondheim] crearon una obra maestra para el teatro que redefinió los musicales de Broadway, fue el primero de su tipo, absolutamente original, y nadie puede capturar ese tipo de relámpago en una botella dos veces. Lo entendimos, pero mientras trabajábamos para honrar esta obra maestra, para estar a la altura de sus demandas, también esperábamos tratar de encontrar nuestro camino hacia la energía necesaria para hacer algo tan nuevo, tan fresco”
“AMOR SIN BARRERAS es profundamente cierta acerca del amor, la vida y la muerte. Quería que todos en el equipo creativo se sintieran parte de llevar las profundas y hermosas verdades de esta historia a las audiencias contemporáneas” .
DEVOCIÓN DESDE LA INFANCIA
“Mi madre tocaba el piano y la música era un gran amor para mis padres. Mis hermanas y yo crecimos escuchando el repertorio de mi madre: Schuman, Beethoven, Brahms, Chopin y Shostakovich. Creo que fue su amor por la música, combinado con mi apetito insaciable por entender todo sobre las películas y la realización de películas, lo que me llevó a comenzar a coleccionar álbumes de bandas sonoras de películas cuando era joven, alrededor de los diez u once años”
“No estoy seguro de quién consiguió el álbum de la banda sonora de Amor sin barreras, pero sé que me encantó la primera vez que la escuché. Cuando era niño podía cantar cada una de sus canciones de memoria, y las cantaba en la cena hasta agotar la paciencia de todos en mi familia. La partitura parece que siempre ha sido parte de mi ADN. No sabía exactamente cómo, pero siempre me pareció inevitable que eventualmente encontraría alguna forma de trabajar en Amor sin barreras”.
UN CLÁSICO VIGENTE
“Lo maravilloso de esta historia es que, no importa cuánto cambie el mundo que nos rodea, las lecciones y conocimientos que nos ofrece no cambian. Es una historia que ha cautivado al público durante décadas porque no es solo una historia de amor, sino también un trabajo culturalmente significativo con una premisa central, que el amor trasciende los prejuicios y la intolerancia, que no ha perdido su relevancia con el tiempo”.
“Amor sin barreras significa mucho para muchos, y estoy encantado de tener esta oportunidad de darle nueva vida y compartirla con una nueva audiencia”.