En enero pasado, el gobierno anunció que no habrá cambio de horario durante este año. Esto, con el fin de potenciar una mejor calidad de vida y hacer un mejor uso de la energía. Sin embargo, sus efectos se empezarán a notar durante los próximos días a medida que la estación cambie ¿Estamos conscientes de cómo afectará a nuestro organismo? La neuróloga y especialista en Medicina del Sueño de Clínica Vespucio, Evelyn Benavides, nos recomienda mantener hábitos saludables del sueño y horarios estables para tener un dormir reparador.

Es un hecho que este invierno despertaremos con menos luz natural, pero también que aprovecharemos un poco más de sol en las tardes. El Ministerio de Energía decidió dejar el horario de verano de forma permanente e hizo un llamado a realizar un esfuerzo para ahorrar y hacer un mejor uso de la energía. Pero ¿qué significa esto para nuestra salud?
Según la neuróloga de Clínica Vespucio, Evelyn Benavides, “el que no exista cambio de hora produce un aumento de la duración de las noches en invierno, lo que hace que estemos menos expuestos a la luz del sol y tengamos que empezar a funcionar de noche”, asegura la especialista.
La profesional explica que hay una serie de hormonas en el cerebro que nos hacen sentir que estamos funcionando en el día y durmiendo en la noche, lo que se nota más en niños, adolescentes y adultos mayores principalmente. En el caso de los primeros, deben dormir entre 10 y 12 horas por noche. “Los niños deben acostarse entre las 20.30 y las 21.00 horas y levantarse cerca de las 7.00 am esté oscuro o de día, por lo tanto la secreción de esas hormonas en el cerebro se van a ver desfasadas por la falta de luz y los menores deberán despertar con una fase en la que el cerebro indica que estamos de noche”, asegura la Dra. Benavides.
“En el caso de los adultos mayores, que por razones biológicas duermen cerca de 6 horas, les va a quedar un espacio a oscuras y van a tener q realizar actividades aun estando de noche”, indica la especialista.
Cambios de ánimo

En general el ánimo de las personas fluctúa en las temporadas de más luz versus las de menos luz. “Es una variación normal, no es una enfermedad del ánimo. Es esperable que la mayoría de las personas en primavera y verano tengan mejor ánimo mientras que en las estaciones más oscuras, como el otoño e invierno, tienden a tener menos”, indica la neuróloga. La especialista explica que hay personas a las cuales esas fluctuaciones les afectan mucho y que deben ser tratadas con medicamentos, pero que sin embargo, la mayoría de la gente no debería tener grandes problemas respecto a que no tengamos un cambio de horario entre verano e invierno.

Recomendaciones

· Evitar las pantallas de noche, como la televisión, el computador y los tablets. Esto, dado que la luz artificial de estos aparatos nos hacen secretar las hormonas del cerebro que nos dicen que estamos de día y se genera un desfase que dificulta el quedarnos dormidos.

· Evitar el ejercicio físico en las noches y dejarlo para las mañanas para activar el cerebro a esa hora, lo que también genera hormonas del día.

· Evitar estimulantes como el café, bebidas, nicotina, té y cacao después de las 17.00 horas

· No beber alcohol en la noche. Si bien induce el sueño, es un sueño de mala calidad y provoca que nos despertemos en medio de la noche.

· Evitar mirar la hora si es que uno despierta en medio de la noche, ya que produce ansiedad.

· Dormir con el celular apagado.

· Mantener horarios definidos de trabajo, ocio y comida.

· Evitar la automedicación.

· Si es existen problemas de sueño tres veces a la semana durante más de un mes, se debe consultar con un especialista.