Rebeca: amor sin pasión

Rebeca: amor sin pasión

Por: Elizabeth Salazar T.

Desde que se anunció el remake de la película dirigida por Hitchcock en 1940, capto enseguida la atención y comentarios en redes sociales, para muchos era innecesaria esta nueva versión. Este miércoles se estrenó en Netflix “Rebeca”, que aunque no es igual a su antecesora, la historia original sigue siendo la misma. Una joven (Lily James), dama de compañía, conoce en un viaje  Maxim de Winter (Armie Hammer), un aristócrata que se enamora de ella y le propone matrimonio. Tras la boda, él la lleva a vivir en su enorme mansión llamada Manderly, donde la sombra constante de su ex mujer Rebeca, fallecida en circunstancias poco claras, la perseguirá.

A pesar de que el film parte bien, de hecho es muy entretenida la primera etapa, cuando los protagonistas se conocen y enamoran. A medida que se desarrollando la historia, da la sensación de que no funciona. En la trama agregaron aspectos que la anterior no tenía, para completar la historia, pero como dice el dicho “El que mucho abarca poco aprieta”, francamente la historia se dispersa, no encuentra ritmo y hasta un poco larga se siente.

Es inevitable no compararla con la versión anterior, donde por el contrario todo funciona perfectamente, el estilo barroco, la trama, el suspenso de hecho Alfred Hitchcock obtuvo su único Oscar a Mejor Película en 1941, por “Rebeca”.

Las actuaciones tampoco se encuentran al nivel, es muy superior la pareja protagónica interpretada por Joan Fontaine y Lawrence Oliver, se nota la evolución de los personajes, la química. Acá por el contrario, Lily James y Armie Hammer, no se muestran mayores cambios, por lo que le va sucediendo a sus personajes, se siente un poco plano, falta mayor expresividad y pasión en la pareja. A pesar de todo, la película tiene momentos entretenidos, bonita ambientación (la decoración es bellísima) y un guapo Armie Hammer, pudo ser mejor, sin duda.

Director: Ben Weatley

Duración: 121 Minutos

Categories: Críticas de cine