Por: Elizabeth Salazar T.
La décima película de la saga Rápidos y Furiosos, llega a las salas de cine, para alegría de sus seguidores. Esta vez, Dom Toretto (Vin Diesel) y su familia, han sido más astutos y más rápidos que todos los enemigos que se le han cruzado en su camino. Ahora se enfrentan a su enemigo más letal: una amenaza aterradora que surge de las sombras del pasado que está alimentado de una venganza sangrienta, y está decidido a destruir a su familia y destruir
En esta entrega aparecen algunos de los personajes característicos como Lety (Michelle Rodríguez), Dante (Jason Momoa), Roman Pearce
(Tyrese Gibson), Cipher (Charlize Theron) y Han Seoul-Oh (Sung Kang). Aunque también, aparecen nuevos personajes como la abuelita Toretto (Rita Moreno) y Queenie Haw (Helen Mirren).
La película nos brinda lo que esperemos de ella, mucha acción, peleas, espectaculares carreras de autos y destaca el amor por la familia. Dom no la tendrá nada fácil, intentando proteger a sus seres queridos, Dante lo desafiará atentando contra lo que él más quiere, su círculo más cercano, su familia.
Me gustaría destacar a Dante, el villano del film. Con una interpretación extrema y caricaturesca, logra transmitir lo bien que lo está pasando, con este juego donde busca derrotar a su enemigo, Dom Toretto. El hijo, de este último, Brian Marcos, interpretado por Leo Abelo Perry, tienen sin duda, algunos de los momentos más graciosos de la película.
Dedicado especialmente, a los fieles seguidores de la saga. A pesar de durar más de dos horas, realmente se pasan muy rápidos, atrapados por el encanto de la adrenalina que tienen estos films, pueden ser predecibles algunas de las cosas que pasan, pero si algo hace, es entretener al espectador, por lo que cumple su objetivo.
Desde el 18 de mayo, sólo en cines.
Director:Louis Leterrier
Duración: 141 Minutos
Distribuye: Andes Films.