Con la llegada de la primavera, los días tienen más luz y el clima se vuelve más agradable, aspectos que nos motivan a salir más y disfrutar con amigos o compañeros de trabajo. Sin embargo, para quienes no tienen con quien compartir su tiempo o han terminado recientemente una relación, la primavera es una época donde sus problemas sociales se evidencian con más notoriedad.
En invierno la mayoría de las veces lo único que queremos es llegar temprano a la casa, abrigarnos, preparar un té y poner el calientacamas, por lo que no tendemos a salir mucho. Panorama que cambia drásticamente en septiembre con la llegada de la primavera, ya que los días son más largos, hay más luz y además aparece el buen tiempo, aspectos que hacen tener una vida social más activa. Lamentablemente, para las personas que presentan dificultades en el ámbito interpersonal o que han roto alguna relación recientemente, la primavera pone en evidencia su situación de soledad y comienzan a aparecer los síntomas de una depresión.
Según explica la académica de la Escuela de Psicología de la Universidad Santo Tomás, Texia Bejer, para quienes se les hace difícil interactuar con otros, el invierno es una especie de refugio que les permite estar solos, situación que cambia en el mes de septiembre. “Con la llegada del sol, de las Fiestas Patrias y los feriados, aparecen más situaciones sociales y las personas se ven impulsadas a salir a divertirse. Es impensable pasar los días del 18 encerrados en casa, hay que salir… o fuera de Santiago o a las fondas, pero ¿qué pasa cuando no hay con quien salir, se ha terminado alguna relación o simplemente no se puede ser tan feliz como se supone se debería? Aquí es cuando aparece la depresión”, señala.
¿Quiénes pueden sufrir de depresión?
Sin importar el nivel, es sabido que la depresión involucra elementos biológicos de las personas. Así, independientemente de que exista una causa o razón para estar deprimido, en las personas se reporta una alteración de los niveles de neurotransmisores. Es por esto que cuando una persona ya ha sufrido un episodio depresivo en su vida, queda con una mayor probabilidad de desarrollar otro cuadro cuando se ve expuesto a alto estrés o malestar.
Otras personas que también pueden sufrir desajustes psicológicos en esta época, son quienes padecen el cuadro conocido como trastorno bipolar. A juicio de la académica de la UST, quienes tienen este diagnóstico saben que la época de cambio de estación es altamente compleja, pues pueden cambiar de ánimo normal a depresivo severo o al revés, de ánimo normal o depresivo a grandes dificultades en el control de impulsos. “Un indicador de que algo está sucediendo es que aparece una disminución en las horas de sueño, pudiendo llegar a no dormir nada en la noche (esto último es un signo grave de descompensación del cuadro). El gran riesgo es que la persona que lo sufre puede pasar de una gran exaltación a un episodio depresivo severo, y a ideación o actos suicidas por el descontrol de los impulsos que presenta”, añade la especialista.
¿Cómo apoyar a quien sufre depresión?
Una buena forma de ayudar a alguien que está pasando por un cuadro depresivo es conversar y buscar soluciones diferentes a sus problemas, lo que contribuirá a mejorar sus síntomas depresivos. De todas formas, si los cambios en el ánimo son muy drásticos, es bueno sugerir la idea de acudir a un profesional de la salud mental. “Es importante comprender que quienes sufren depresión no pueden salir de ella solo con voluntad, el cuadro es un cuadro complejo que involucra elementos biológicos, afectivos, cognitivos y conductuales, por lo que si usted siente algún síntoma o conoce a alguien que lo sufre, no piense que ‘se pasará solo’, por el contrario, puede empeorar, así que busque ayuda profesional”, finaliza Texia Bejer.