Como todo procedimiento quirúrgico, la lipoescultura asume una serie de riesgos, que pueden generarle graves daños al paciente, entre otros, problemas estéticos tan serios que incluso pueden acompañarlo para toda la vida. Bien lo sabe la Doctora María Angélica Orjuela, especialista de medicina estética y Directora de Mediser, quien ha recibido en su centro a decenas de chicas con lipoesculturas mal realizadas que les han dejado  secuelas para siempre, con una autoestima por el suelo, producto de no poder mostrar su abdomen nunca más. 

“La lipoescultura suele realizarse para tener una superficie de abdomen, cintura , espalda o piernas homogénea. Sin embargo, muchas mujeres en vez de conseguir resultados óptimos, ya sea por hacérselo en lugares poco profesionales o por problemas del propio organismo, quedan con daños estéticos muy difíciles de reparar”, explica.

Según asegura, el tratamiento curativo más común para estas lesiones es el drenaje linfático, pero en la mayoría de las ocasiones y en aquellas con daños más severos, no es suficiente. Un segundo acto quirúrgico en muy pocos casos es la solución. Bajo este panorama de eventos adversos, la Carboxiterapia aparece como una solución optima, considerando que es un método poco invasivo y de realización médica exclusiva.

Carboxiterapia¿Como funciona la Carboxiterapia?  El proceso consiste en la aplicación de microinyecciones localizadas de CO2 mediante un equipo diseñado especialmente para este fin. Dicho equipo se encarga de controlar la velocidad de flujo del gas (contenido en un tanque), la dosis administrada y el tiempo de inyección. La introducción del CO2 se realiza por vía subcutánea, gracias a una fina aguja a la que llega el gas a través de un conducto flexible desde el equipo. El gas debe ser de tipo medicinal anaeróbico con una pureza del 99,9%.

Según explica la doctora Orjuela, quien aplica este tratamiento en el centro de Medicina Estética el cual dirige, una vez que ingresa al organismo, por ley de intercambio de gases, rápidamente el CO2 pasa a convertirse en oxigeno. “Es decir, es un baño de oxigeno en la zona a tratar, favoreciendo la formación de nuevos vasos, mejorando el color, la textura e hidratación desde la primera sesión”, explica. “La duración de una sesión de carboxiterapia puede ser entre 30 y 60 minutos, dependiendo de qué áreas se vayan a tratar, y cuántas de ellas en una sola sesión y la cantidad de sesiones, dependerá el tipo de daño que tenga cada paciente”.

La Carboxiterapia es un tratamiento muy efectivo para daños complejos. Si bien en muchos casos no es reparable al 100%, sí es el método más eficiente y eficaz conocido hasta ahora. Tiene además, otro elemento que favorece la reconstrucción de una liposucción mal realizada, ya que al ser un gas, cumple un papel mecánico, y aumenta el volumen de una zona localizada y rompiendo el componente de fibrosis para recuperar un tejido de superficie más homogénea.

Según explica la doctora Orjuela, esta técnica permite ver resultados desde la primera sesión y acorta el tiempo de tratamiento en un 75 % v/s los otros métodos más tradicionales. Los eventos adversos que puede generar este procedimiento son hematomas y dolor transitorio, como la molestia que se siente después de ir al gimnasio. Las contraindicaciones, son para pacientes con insuficiencia renal, hepática, cardiaca, respiratoria, problemas de coagulación, diabetes e hipertensión.

¿Cuáles son las secuelas de una liposucción mal realizada?

La liposucción o lipoescultura es un procedimiento quirúrgico que se emplea para eliminar los depósitos de grasa localizada en distintas partes del cuerpo. La intervención consiste en extraer la grasa, haciendo unas incisiones en la piel mediante unas cánulas finas conectadas a un dispositivo estéril de aspiración.

La doctora enumera alguno de los problemas más comunes productos de una lipoescultura mal realizada:

  • La dermatitis ocre, por ejemplo, es una de los principales problemas y se presenta cuando la circulación de la sangre es insuficiente. Se caracteriza por un cambio en la coloración con tonos que van del café al ocre y ucede cuando la extracción de grasa comprometió las vías de irrigación y alimentación sanguínea. El Cambio de la textura y movilidad de la piel es otra de las consecuencias de una liposucción mal realizada, y se produce ya que la grasa  tiene como función, mantener la hidratación profunda de los tejidos y del moviendo de un tejido sobre otro. Sin embargo, cuando se extrae más cantidad de lo necesario, la piel se torna acartonada, fría, dura y con ausencia de movilidad.
  • La necrosis grasa se produce en los lugares donde se introdujo la cánula y puede acumular grasa no vascularizada (fuera de los adipocitos) que no se ha llegado a extraer. Esta grasa se degenera y al mismo tiempo, puede acumular fibras de colágeno que han sido desplazadas por la aspiración de la cánula, que van a contribuir a formar las zonas fibrosas y aparecen en las zonas por donde ha pasado la cánulas, se vacían de grasa y su lugar es ocupado por tejido cicatricial. Este tejido puede formarse o retraerse en exceso, formando túneles.
  • La organización de la equimosis es otra de las consecuencias serias de una mala lipoescultura, por medio de la cual donde ha habido edema, o equimosis, se pueden producir cambios degenerativos (organización del edema) que transformen el líquido acumulado en masas irregulares rígidas de tejido cicatrizal.
  • La irregularidad en el afrontamiento de la cicatriz, por otra parte, se produce cuando el abordaje no sólo fue lipoescultura, sino que también se realizó abdominosplastía, y la cicatriz puede presentar irregularidades en la superficie. También se puede generar la deformidad en el posicionamiento y forma de la cintura, acorde a la técnica y al marcaje realizado durante el acto quirúrgico, la cintura puede resultar con una posición irregular y asimétrica , que restringe el posterior uso de ropa ajustada.