En el día del Síndrome de down, nos maravillamos con “Cuando grande quiero ser”, un relato en el que Pablo y Domi son amigos y se quieren mucho. A Pablito a veces le cuesta hacer la tarea, porque tiene síndrome de Down, pero Domi siempre está ahí para ayudarlo. Cada uno, desde su propio punto de vista, aprenderá a encontrar su camino y juntos soñarán con qué quieren ser cuando grandes.

Este hermoso cuento infantil expresa el valor que posee la diferencia y presenta el paradigma de la escuela como un lugar de igualdad de derechos, como un espacio común, sin importar de dónde vengas, cómo seas o qué pienses. El vínculo entre los dos protagonistas refleja la capacidad de soñar e imaginar, de encontrarse y desencontrarse, y -lo más importante- de ver a ese otro como un ser único dentro de un espacio colectivo.

Cuando grande quiero ser diluye el concepto de normalidad y plantea el mensaje de incluir al otro sin hacer que ese otro se parezca a uno mismo, más bien rescata el valor de la individualidad a través de ambas miradas, la de Domi y Pablo, relevando la esencia de cada persona, más allá de alguna condición en particular.

“Hablar de educación inclusiva implica hablar de una educación para todos y todas, lo cual hoy en día es el mayor desafío, pero también implica asumir la dificultad que tienen las instituciones para abordar las prácticas inclusivas. Debemos replantearnos este término para enforcarnos en el concepto más amplio de inclusión educativa, que representa una mirada más vasta y abarca desde políticas públicas hasta las particularidades de quienes crean e implementan entornos educativos” (Víctor Romero, Magíster en Desarrollo Cognitivo, prólogo de Cuando grande quiero ser).

Dónde lo encuentran? En las principales librerías del país.