Alrededor de 300 millones de habitantes en el mundo sufre de asma, y aunque algunas personas evitan hacer ejercicio, la mayoría de los asmáticos pueden hacerlo sin problemas si la enfermedad está bien controlada.

Dificultad para respirar, presión en el pecho, tos con o sin producción de esputo (flema) y retracción de la piel entre las costillas al respirar, son sólo algunos de los síntomas que abarca esta enfermedad, la que se presenta por periodos que pueden durar minutos o incluso varios días.

“Las causas del asma  pueden ser extrínsecas tales como alérgicas al polen, pastos, malezas, dermatofagoides; alergias a productos ocupados en el trabajo, como la exposición a harina de trigo y plásticos. También existen factores intrínsecos, en la cual no se logra demostrar la causa aparente”, explica el broncopulmonar de Clínica Vespucio, Doctor Javier Cerda.

Muchas de las personas que padecen esta enfermedad, sin saberlo, tienen antecedentes familiares de alergias, tales como la rinitis crónica o eczema, es por eso que la principal recomendación es tratar de manera temprana posibles casos de asma. “No hay límite de edad para ser diagnosticado, puede ser en la infancia, adolescencia, juventud, adulto e incluso, adulto mayor”, aclara el especialista.

AL realizar una alta carga de actividad física, gran parte de estas personas notan síntomas de asma. Además, muchos pacientes no asmáticos (hasta el 13% de la población, y hasta el 40% de los pacientes con rinitis alérgica, a menudo, personas con antecedentes familiares de alergias) padecen de asma asociada con el ejercicio.

Los corredores con este tipo de asma tienen vías respiratorias que son sumamente sensibles a los cambios repentinos de temperatura y humedad, especialmente cuando respiran aire más frío y seco, de ahí que antes de entrar en casa o en los vestuarios de cualquier polideportivo sea aconsejable un “enfriamiento” y vuelta a la normalidad cardiorrespiratoria para no notar el cambio.

“En el caso que una persona quiera participar en una competencia como una corrida o maratón amateur, todo paciente asmático debe estar con su asma bronquial controlada por su médico tratante con terapia broncodilatadora. De no ser así, es mejor que no participe, porque los riesgo de una crisis asmática no son menores”, recalcó el especialista.

Recomendaciones
-Consultar e informarle a tu médico que vas a practicar ejercicio
-Llevar tu inhalador, nunca se sabe si tendrás una crisis.
-Los corredores asmáticos acusan especialmente los cambios de temperatura y la humedad, ambos factores a los que se ven sometidos durante la carrera. Lo ideal es volver a la normalidad de manera progresiva cuando se acaba el entrenamiento para acusar la variación del ambiente lo menos posible. El calentamiento y enfriamiento serán, por lo tanto, fundamentales.
-No pierdas de vista tu respiración: cuidado con hacerlo por la boca, pues el aire llegará a las vías respiratorias inferiores sin pasar por el filtro de la nariz.
-El uso de medicamentos que dilatan las vías respiratorias (broncodilatadores), ayudan a sobrellevar este enfermedad, sin embargo inhalar aire frío, hacer ejercicio con malas condiciones de aire o incluso la acidez gástrica (reflujo) pueden hacer que el asma empeore drásticamente.

El broncopulmonar de Clínica Vespucio, agrega que “es importante que junto a su médico se debe desarrollar un plan que elimine todos estos desencadenantes del asma. Además, debe tratarlos con medicamentos que ayuden no sólo a prevenir los ataques, sino también a tratarlos durante una crisis de este trastorno. Siempre es muy importante que no se automedique, y siempre consulte a su médico”.