• Los llamados nutrientes inteligentes incentivan la producción de sustancias y neurotransmisores claves para el rendimiento intelectual, la memoria y la imaginación. Son una manera natural de agilizar, reparar y optimizar la salud mental.

Doctora OrjuelaDra Angélica Orjuela, Directora de la Clínica Mediser.

El  cerebro humano posee tres actividades creativas esenciales: descubre las relaciones entre cosas diferentes, inventa aplicaciones para estas relaciones y las pone en práctica en el contexto de su realidad. Existen por tanto tres tipos de mentes creadoras: los descubridores, los inventores y los innovadores.

A medida que un individuo desarrolla los modelos de entendimiento, sus demandas cerebrales por nutrientes se tornan más específicas. Los smart nutrientes basan sus bondades en su capacidad de actuar sobre los radicales libres y mejorar la nutrición del cortex frontal, que es la región del cerebro más sensible a los nutrientes y más vulnerable a la acción de los agentes contaminantes en cualquier orden.

Veamos entonces cuáles son las principales vitaminas inteligentes:

-Vitamina D: Fue el primer micronutriente involucrado en el “Factor de crecimiento nervioso” en el cerebro. Es reconocida como una de las sustancias más potentes para estimular la regeneración de células cerebrales. Su dosificación debe ser en extremo cuidadosa, con exámenes de laboratorio para controlar sus niveles, porque su exceso puede generar daño en arterias y riñones.

-Vitamina E: Es muy activa a nivel cerebral y de gran importancia para combatir el envejecimiento, también refuerza las funciones del sistema inmunológico. Por la capacidad de estimular células en crecimiento no se recomienda su uso continuo por más de 3 meses.

-Vitaminas del complejo B :

La vitamina B1: Tiamina, se ha utilizado de forma científicamente evaluada, en el tratamiento de niños con problemas de concentración También en casos de intoxicación por plomo, todo bajo seguimiento de exámenes de laboratorio.

Vitamina B2: Es esencial para el humor, la memoria y adquisición de conocimientos.

Vitamina B3: Participa en los procesos de memoria y pensamiento, se debe utilizar en paralelo con el tratamiento farmacológico en pacientes con depresión, ansiedad y en altas dosis en pacientes con autismo.

Vitamina B12 y Ácido Fólico: Usado de manera conjunta para procesos neurodegenerativos, también usado en pacientes con depresión.

-Vitamina C: ayuda a combatir las reacciones tóxicas que ocurren en las células y en el sistema nervioso. También ayuda a la producción de sustancias cerebrales que trasmiten las señales dentro del sistema. Su bajo aporte puede generar depresión y ansiedad.

La verdad es que las vitaminas no son un juego de niños, su papel es tan crucial como un medicamento. Es por eso que los multivitamínicos no pueden aportar soluciones generales: cada paciente tiene una necesidad particular y su médico tratante nunca debe dar por cumplida la función entregando un pool de vitaminas generado por la industria farmacéutica. Debe ser una regla: Para cada paciente, una solución diferente.

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