De origen ancestral, la reina indiscutida de las Fiestas Patrias no solo encanta a grandes y chicos por su textura y sabor. También es una importante fuente de aporte calórico y proteico, siempre que se consuma con moderación.
De carne, mariscos, con queso y vegetales, sin duda la estrella culinaria de todo 18 de septiembre es la deliciosa empanada, preparación que data de al menos 1.700 años, de acuerdo a registros que la sitúan en las mesas de Mesopotamia.
Se menciona que las primeras versiones eran preparadas de guiso de aves entre dos capas de masa de trigo, receta que se propagó rápidamente y llegó a Andalucía, España, donde encontró su variación frita, mezclándose con la cultura gastronómica hispano-árabe e hispano-judía. De acuerdo a algunos libros de cocina del siglo XIII, era uno de los platos que toda mujer debía aprender para encontrar marido.
Y hasta hoy la empanada sigue siendo un alimento destacado dentro de la cocina chilena, que se multiplica cuando llega septiembre y se ha transformado en la soberana de las Fiestas Patrias. ¿Cómo logró este reinado? “Porque es un alimento versátil, transportable, porcionado, que puede no estar refrigerado por un largo periodo sin alterar sus características de sabor o aroma, y seguir siendo seguro de consumir. Además, ya sea frito u horneado permite una alta producción en poco tiempo, y dado su innegable sabor es de gusto popular, lo que ha permitido que permee bien no solo en Chile, sino también en el resto de la región”, explica Paolo Castro, Director Nacional del Colegio de Nutricionistas Universitarios de Chile.
Esta flexibilidad culinaria, ha hecho de la empanada un producto transversal a todo estrato socioeconómico y también se va adecuando a la geografía del país. “La cultura y el ambiente condiciona las recetas y las va modificando. En Chile, dado su extenso territorio de costa y continente, permite realizar diferentes fusiones con los ingredientes que predominan en los diversos lugares de nuestro país”, agrega Castro.
Finalmente, a pesar de lo que se ha escuchado siempre del alto nivel de calorías que, el profesional entrega algunos tips para disfrutarlas sin mucho remordimiento: “La empanada puede considerarse como una merienda que remplaza un tiempo de comida. Puesto que la fusión de masa, grasa, carne, cebolla, sal y otros ingredientes, se puede considerar como un buen aporte calórico y proteico, es importante destacar que no debemos abusar de este producto por el sodio y grasas saturadas”.
¿Las porciones recomendadas? En el caso de los niños y niñas, no es necesario obligarlos a comer el producto entero, pueden comer la mitad y ya es suficiente; y para los adultos, de 1 a 2 unidades diarias es una dosis suficiente.
Foto vía: www.radioactiva.c