Recientemente la Doctora María Angélica Orjuela, Directora de Mediser nos presentó una primera columna con Métodos extremos para adelgazar. Esta es una segunda columna con más de estos métodos que pueden resultar peligrosos para nuestra salud.
Ya les contaba sobre los riesgos que implican algunas de las “recetas mágicas y rápidas” que son famosas y conocidas entre la gente, y que se publicitan como lo ideal para bajar esos kilos que se ganaron –por ejemplo- en el invierno. Y que hoy, con la llegada del buen tiempo, se hace urgente eliminarlos.
Seguimos con nuestra consigna respecto que ninguno de esos métodos que se ofertan son seguros. Lo único que nos va a garantizar bajar el porcentaje de grasa corporal es el cambio de hábito. Es decir, la firme decisión de dejar las malas costumbres alimenticias atrás y optar por el equilibrio, la salud y la belleza de manera definitiva.
Seguimos con el análisis:
4.- Malla lingual.
La Malla Lingual, promocionado en Chile como un “Tratamiento médico nutricional”, se origina en la bizarra imaginación de la barbarie y se convierte en una realidad sin intervención alguna de las autoridades de salud. Y para agravar la situación, el procedimiento no es sólo realizado por médicos sino también por dentistas.
Este método consiste en la fijación en la lengua de una malla, con 6 puntos de sutura, para que la persona limite la ingesta de alimentos sólidos.
Si dejamos fuera –porque no resiste análisis- todas las complicaciones de las estrategias que restringen arbitrariamente los alimentos, tenemos que: se produce mal aliento porque la malla es foco de contaminación, puede comprometer la gustación al estar en la superficie de las papilas gustativas, puede generar daños en el músculo de la lengua disminuyendo su tono, podría llegar a comprometer la deglución y de la articulación de palabras y, además, puede elevar el riesgo de asfixia.
5.- Hormona del embarazo.
Este método se conoce desde hace muchos años, tanto así que se registran experiencias desde la década del 50. Pero en los Estados Unidos está prohibido para bajar de peso desde 1975, por el grave riesgo de tromboembolismo, daños neurológicos irreparables, trastornos siquiátricos, insuficiencia renal y disfunción hormonal.
Junto con inyectar o consumir esta hormona, se le indica a la persona una dieta de sólo 500 caloría diarias, la que resulta incompatible con los procesos de reparación y mantenimiento que el cuerpo realiza a diario. Muchos asocian la anorexia a este tratamiento, con el que no se pierde ni un gramo de grasa, pero si mucha agua y masa muscular. En cambio, lo que se gana es envejecimiento a manos llenas.
6.- Inyecciones de orina
Pero si la irracionalidad en ciertos aspectos no conoce límites, en lo que se refiere a buscar métodos para adelgazar, tampoco. Y éste es uno de los procesos para perder peso menos orthodoxo que se ha visto.
Consiste en usar la orina de mujeres embarazadas, para asimilar así la hormona del embarazo y lograr la saciedad con la mínima cantidad de comida.
La persona no sólo se expone al riego que conlleva el consumo mínimo de alimentos, sino que además existe el riesgo biológico de inyectar orina endovenosa, que puede causar la muerte, adicional a los eventos locales o sistémicos asociados a infección.
7.- Vitaminas y suplementos para adelgazar: VITAMINAS QUEMA GRASA
Las vitaminas cumplen un rol de cofactor en la alimentación.
O sea, ayudan a algunos procesos, pero no son las responsables de la construcción y mantenimiento del cuerpo.
A diario nuestro recambio de proteínas es de 3% . O sea, en 33 días nuestra estructura corporal como músculo, piel y tejidos internos, entre otros, están en permanente reparación. O sea en movimiento.
Y las vitaminas ayudan a la eficiencia del proceso. Pero en exceso podrían acelerar el recambio proteico, generando problemas hormonales, cardiovasculares y gastrointestinales.
O sea, comprometerían todos los sistemas funcionales, pero no moverían ni un gramo de grasa del cuerpo. Por lo tanto, las vitaminas no adelgazan.
Y en ese sentido, la evaluación de los pacientes debe ser individual para determinar si tiene algún desequilibrio. Y la corrección de ello, debe ser llevada por un médico, quien puede llegar a un sistema eficiente, en el que la persona pueda utilizar la grasa como fuente de energía en un proceso LENTO.
No existen los productos vitamínicos o naturales que “quemen grasa” de forma acelerada. Existen algunas sustancias que sólo mejoran el metabolismo de las grasas, pero sólo si la persona realiza actividad física permanente y una dieta equilibrada.