Por Carolina Pérez Plaza de los Reyes

Ing. Comercial Coach PNL

¿Sabías que si llegas a un lugar, te sientas y no dices nada ya estás comunicando? Así es, y es que nuestra apariencia, postura, expresiones y contacto visual, hablan de nosotros y determinan la forma en que somos percibidos.

 A ello es lo que llamamos comunicación no verbal y refleja cómo somos, nuestra personalidad, actitudes, emociones y motivaciones, por lo que está directamente relacionado con la inteligencia emocional.  

Los aspectos más importantes de la comunicación no verbal son: postura, contacto visual, contacto háptico (interacción física) y saber escuchar. Dichos aspectos son los que te ayudan a interactuar y conectar con los demás de manera eficaz.

 Por esto, teniéndolos presente podrás adecuar de mejor forma tu mensaje y así, evitar problemas de comunicación.  Asimismo, al mejorar esta habilidad, tendrás más seguridad y mayor consciencia de tu cuerpo.

¿Cómo hacerlo? Muchas veces nuestros comportamientos son accidentales, pero puedes mejorar tu comunicación no verbal -o señales que envías a los demás- si mantienes tu atención en el presente, eres más consciente de ti y de tu entorno y reduces el estrés, dado que muchas veces codificamos señales no verbales por estrés emocional.

En tanto, para decodificar adecuadamente señales no verbales de otras personas y entenderlas es importante que desarrolles tu inteligencia emocional. Si tienes dudas, es mejor que preguntes, dado que el mayor riesgo al decodificar es hacer suposiciones. Por último, fortalece tu inteligencia cultural, aumentando tu conocimiento de las diferentes señales que envía tu entorno.

 Con todo, verás que si desarrollas la habilidad de la comunicación no verbal  -siendo consciente de las señales propias y de los demás- podrás aumentar y mejorar tus  competencias y fortalecer las relaciones con los demás.