Las emociones fuertes, en general, es lo que habitualmente conocemos como estrés. Este nace con el ser humano como una herramienta de alerta y si bien, sirve para enfrentarnos a situaciones extremas, también puede generar distintos problemas de salud.
El tráfico, la sobrecarga laboral, el incumplimiento de expectativas de vida o incluso el mundial de fútbol, pueden ser factores gatillantes en el cultivo de cuadros de estrés que pueden ser permanentes, mermando no tan sólo la salud emocional, sino que teniendo consecuencias físicas.
El doctor Francisco Hidalgo, cardiólogo de Vidaintegra Maipú, explica que frente a un cuadro de estrés se producen cambios en el organismo, como mayor fuerza de contracción del corazón, aumento de la presión arterial, aumento del azúcar en la sangre, aumento de los leucocitos (células sanguíneas de defensa), se “activan” las plaquetas (células que intervienen en la coagulación de la sangre), dilatación de las pupilas, aumento de la transpiración, etc.
“Esto se traduce en que el estrés provoca, como respuesta fisiológica, una serie de trastornos en el sistema cardiovascular que en individuos susceptibles, pueden también ser alteraciones de la circulación cerebral (infartos o hemorragias cerebrales), alteraciones de la circulación coronaria (angina, infartos con síntomas o sin síntomas), hipertensión arterial, hipertrofia cardíaca y posteriormente insuficiencia cardíaca y arritmias que pueden ser graves y desencadenar muerte súbita, entre otros males”, puntualiza el especialista.
Cuando el estrés es intenso y prolongado se produce una serie de trastornos físicos o emocionales que dependiendo de algunas características del individuo, como su personalidad, la carencia de recursos o medios para enfrentar el cuadro, nivel socio cultural o económico, padecer de ciertas enfermedades congénitas o adquiridas como la diabetes, hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca o depresión, puede generar también daño en otros órganos.
Prevención
Como al enfrentar cualquier otra enfermedad en el caso del estrés es importante eliminar o combatir los factores estresantes. Es de principal importancia detectar precozmente a los individuos estresados y finalmente actuar con diferentes medidas terapéuticas con equipos multidisciplinarios, para que la persona se recupere y retome su vida con normalidad.
El cardiólogo de Vidaintegra Maipú, explica que entre las medidas no farmacológicas que tratan de obtener una buena calidad de vida y ayudar a las personas a no estresarse y tener una buena salud cardiovascular, están las siguientes:
-La realización de ejercicio físico. Las personas sedentarias están más predispuestas a sufrir eventos cardiovasculares, tienen mayor tendencia a la obesidad y secundariamente aumento del colesterol, diabetes e hipertensión arterial. Los ejercicios deben ser supervisados, progresivos y de tipo aeróbico o de tipo “cardiovascular” (natación, bicicleta, trote).
-Una buena alimentación que aporte los nutrientes básicos, ricos en verduras, frutas, y fibras. Evitar la conocida “comida chatarra”, preferir una dieta saludable.
-El dormir bien también es un factor anti estresante. Durante las horas de un “buen sueño” el cerebro descansa y se recupera del estrés diario.
-Técnicas como el yoga, taichí, pilates reducen el estrés, mejoran la circulación y el estado inmunológico.
-Medidas como las anteriores son la base de la “recuperación cardiovascular” como la que se realiza después de un infarto. Disminuyen la posibilidad de un nuevo evento cardiovascular, infartos, accidentes vasculares, angina, re hospitalización y muerte cardiovascular.
Las medidas farmacológicas van a depender del tipo de trastorno y requerirán de la participación del correspondiente especialista o integrante del equipo de salud una vez realizada la evaluación.