Clases interactivas disponibles en una lúdica aplicación están apoyando la labor docente y motivando a los estudiantes a aprender, aprovechando las ventajas de la gamificación.
Dinámicos juegos que, incluso, no necesitan Internet están disponibles en la aplicación que trajeron a Chile Álvaro Falcón y Cristian Cerda -socios fundadores de KIDO- un modelo que busca mejorar el aprendizaje y facilitar el trabajo de los profesores y asistentes de la educación. Pero, además de esta herramienta que los estudiantes pueden usar en cualquier dispositivo, el profesor puede presentar sus clases gracias a un pequeño robot llamado TOMi7.
El moderno dispositivo permite proyectar en una pizarra y hacerla interactiva, tomar asistencia y hasta corregir pruebas. “Junto con las miles de clases disponibles en la nube, los profesores pueden planificar sus clases en la aplicación y aprovechar las ventajas que ofrece esta tecnología”, explicó el creador del modelo KIDO, Álvaro Falcón.
En tanto, TOMi Play garantiza la creación de un punto de internet local en la sala de clases, para que los y las estudiantes utilicen su propio dispositivo móvil, es decir, tablets o teléfonos para poder conectarse a una clase interactiva, participando de juegos y motivantes actividades, llenas de color, competencias y desafíos.
Según el profesor de historia de la Escuela Villa Los Naranjos de Illapel, Oliver Galleguillos, la herramienta aporta actividades pedagógicas simples, concretas y motivadoras. “Es un apoyo enorme al quehacer educativo, que simplifica la planificación y cautiva a los niños y niñas”, comentó tras vivir la experiencia del modelo KIDO junto a sus estudiantes.
En este contexto, Cristian Cerda, director de KIDO Chile, llamó a los profesores a empaparse de la tecnología para estar en sintonía con las necesidades de aprendizaje de sus estudiantes. “El Modelo Kido incorpora tecnología, perfeccionamiento, soporte, acompañamiento, recursos y formación de comunidades de aprendizaje; y, en la medida que este proceso se desarrolle de manera colaborativa entre el equipo KIdo y los docentes, su aplicación, implementación y apropiación será más corta y fácil”, dijo.
Las tecnologías propuestas ponen los recursos de aprendizaje al alcance de un “click”, fomentando el aprendizaje interactivo en línea con el modelo KIDO, que se concentra en el bienestar de los estudiantes. “Cuando los y las estudiantes están participando y aprendiendo a través del juego se sienten seguros, contentos y motivados, formando parte de una comunidad educativa, lo cual trae beneficios para ambas partes”, concluyó Cristian Cerda.