Por Carolina Pérez Plaza de los Reyes

Ing. Comercial

Coach PNL

Cada vez falta menos para que termine el año y muchos comienzan a pensar en sus propósitos para el que viene. ¿Cómo concretarlos y evitar que no mueran en el intento? Te contamos que el éxito de los propósitos o metas no es cuestión de suerte, es cuestión de hábitos, que consideran un gran compromiso de tiempo y esfuerzo. 

Todos tenemos arraigados hábitos que condicionan nuestras vidas, hasta el punto de determinar los éxitos y fracasos.  El buen resultado no es cosa de suerte, cuando se quiere lograr algo, generalmente sabemos lo que tenemos que hacer, sin embargo muchas veces no somos capaces de generar hábitos nuevos y ser constante.

Debes saber que se denomina hábito a toda conducta que se repite en el tiempo de modo sistemático y con mínimo o ningún razonamiento.

¿Pero, qué pasa cuando queremos instaurar un nuevo hábito? Cuando no logramos una motivación real, es muy complejo instaurar un nuevo hábito. Necesitas considerar algo que realmente te aposione, de lo contrario lo terminarás abandonando, por no encontrar un sentido real. En ocasiones es más sencillo adquirir un mal hábito, que el esfuerzo de un buen hábito.

 Por esto, es importante identificar la fase en la que te encuentras. Así por ejemplo está la etapa de la pre-contemplación, relacionada a cuando todavía no te has dado cuenta de que tus conductas o tus hábitos son perjudiciales y no tratas de cambiarlos. Luego, en la denominada contemplación, ya empiezas a darte cuenta de la necesidad de generar un cambio en tus conductas, comienzas a buscar información y te planteas un cambio a largo plazo.  Superada esa etapa viene la preparación para la acción, aquí ya decides llevar a cabo un cambio en tu vida, formar un nuevo hábito más saludable y comprometerte con ello. 

Si ya te distes cuenta que necesitas instaurar nuevos hábitos, es importante que te hagas las siguientes preguntas: ¿Tienes los recuersos y conocimientos necesarios para lograr un cambio duradero?, ¿Hay algo que te impida cambiar? ¿Qué te podría provocar volver a un comportamiento anterior?

 Luego, es importante que  para comenzar con un nuevo hábito tengas claro cuál es tu objetivo, plantees un objetivo que sea realista, atiendas a la motivación que tienes de cumplir tu meta, planifiques cuándo y cómo vas a llevar a cabo el nuevo hábito y establezcas los medios y recursos que te van a permitir conseguirlo.

Cambiar un hábito no es fácil, pero lo cierto es que cuando lo logras también incrementas tus sentimientos de autoestima, optimismo y confianza en lo que eres capaz de realizar, incrementando tu calidad de vida y eliminando potencial de daño.

Carolina Pérez Plaza de los Reyes

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