En 2009 nace Recicleta, un proyecto que recibe bicicletas para repararlas y entregarlas a quien la necesite. CÍVICO Santiago conoció a este grupo de 15 jóvenes de todas las edades y profesiones con el gusto por la mecánica, quienes se reúnen los sábados para arreglar “cletas”, pues se dieron cuenta de que mucha gente las tiene “botadas” en los patios de sus casas perdiéndose.
“Así generamos un contacto positivo entre la donación y el reciclaje”, cuenta uno de los coordinadores de la organización, Patricio Hermosilla.
Destaca que no necesariamente les llega basura, pues “mucha gente dona las bicicletas porque tienen un pinchazo y no saben cómo arreglarla”, motivo por el cual junto con hacer las reparaciones para donarlas, enseñan mecánica básica e intermedia a quien le interese aprender.
Actualmente los jóvenes, que ya cuentan con un taller para almacenar las bicicletas, están en una campaña para el Día del Niño: recibir “chanchas”, repararlas y posteriormente darlas a hogares de menores.
Los voluntarios contaron que les faltan manos para lograr su objetivo, por lo que invitan a más personas que se quieran unir a Recicleta y así ayudarlos en su meta. Los interesados pueden ingresar a través de www.recicleta.cl
En paralelo, arreglan “bicis” de adultos y las regalan a quien estimen que las necesita. Más de 100 bicicletas “grandes” han sido donadas y más de mil han pasado por “sus manos”, pues ayudan a reparar las “cletas” de quien lo necesite.
Además, venden algunas para costear los gastos, esto porque, dicen, las arman desde cero y las dejan como nuevas, para que el nuevo usuario no tenga que “hacerle mantención por un año”, explica Hermosilla.
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