La pandemia por coronavirus vino a recargar nuestra agenda de madres, ya que debimos asumir un sinfín de roles al no contar con redes de apoyo como colegio y abuelos. ¿Qué hacer?, la respuesta de la sicóloga viene de la mano de potenciar la co-crianza y entender que “es clave flexibilizar”.
Por Rebeca Ubilla M.
Desde hace ya tres meses que nuestra vida cambió, todo nuestro mundo se dio vuelta y tuvimos que quedarnos en casa cuidándonos. Con esto todas las madres vimos como nuestra agenda quedó muy sobrecargada al no contar con las habituales redes de apoyo como colegio, abuelos y ayuda doméstica (en algunos casos), entre otros. Para saber cómo seguir lidiando con esta nueva realidad y cómo compatibilizar nuestro rol de madre/profesional trabajadora, conversamos con la sicóloga, Javiera Donoso, especialista en desarrollo de Amor Propio.
-¿Qué consejos le puedes entregar a todas esas mamás que hoy están trabajando en casa y a la vez deben atender a sus hijos, asumiendo además el rol de profesora?
-Que aprendan a delegar, que promuevan la co-crianza y co- responsabilidad tanto de lo doméstico como de la crianza. Es necesario derribar el paradigma machista en el que vivimos, bajo el cual el hombre es proveedor y la mujer se dedica a la crianza y lo doméstico, especialmente porque en la práctica esto dejó de ser así, las mujeres hoy día trabajamos dentro y fuera de casa y no es posible llevar el 100% de la carga.
-¿Qué le puedes decir a todas las mujeres que ven a la maternidad como un impedimento para desarrollarse profesionalmente?
-Bajar la autoexigencia. Comprender qué hay prioridades y que lo central es mantener un vínculo de cuidado y empatía con nuestros niños que también están muy exigidos con todo esto. Teniendo que aprender en contextos nuevos y sin el contacto real con sus pares y docentes que es central para el proceso de aprendizaje. Hoy más que nunca es clave flexibilizar y no esperar que los resultados sean los mismos que en una situación normal. Lo que estamos viviendo NO es normal y el esfuerzo de adaptación implica un gasto de energía grande para adultos y niños, lo que sin duda interfiere en el rendimiento y las funciones cognitivas.
En concreto privilegiar el cariño, el contacto, el juego, la comunicación y el diálogo con los hijos. En lugar de la presión, exigencia y crítica.
-¿Qué acciones concretas debemos desarrollar para no colapsar en nuestro rol de madre en estos días?
-Que el impedimento está en la estructura social patriarcal y machista que venimos reproduciendo hace siglos! Derribado este modelo en el que la responsabilidad de la crianza y lo doméstico es sólo de la mujer. Mientras no logremos “emanciparnos” continuaremos sintiendo culpa por desarrollarnos profesionalmente y frustración por posponer nuestro crecimiento laboral e intentando cumplir con todo a la vez.
-¿A tu juicio, qué aspectos te aporta la maternidad al desarrollo profesional?
-La maternidad es maravillosa puesto que nos conecta con nuestra sabiduría, instinto, creatividad y vivencia afectiva. Si lo escuchas y le haces caso el potencial es inmenso, pero no es desde la lógica del intelecto, la razón y la competencia que son las cualidades valoradas socialmente y a través de las que la mujer ha entrado en el mundo laboral, convirtiéndose en “hombre” no necesitamos igualar al hombre, nuestras capacidades son igualmente valiosas en especial cuando se trata de liderar procesos, proyectos y personas, podemos hacerlo desde el afecto, la empatía y el carisma.
Lo que necesitamos es sentirnos seguras de nosotras mismas y respetarnos.
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