Esta amante de la cocina, acaba de sumar a sus tradicionales clases de comida sana, un taller de colaciones saludables, para ayudar a las mamás que ante la nueva Ley de Etiquetado se quedaron sin opciones para mandar a sus hijos al colegio. Para ella “hay que volver a recuperar las denominaciones de origen y comer las cosas que por años se han cultivado en cada región de nuestro país y en la estación que corresponde”.
Por Rebeca Ubilla M.
Hace semanas que un semáforo negro se tomó las góndolas de los supermercados y despensas de nuestras casas. Con asombro nos enteramos de que muchos productos eran altos en calorías, azúcar o sodio. Incluso aquellos que creíamos saludables. Ante este escenario Ivania KliwadenKo o Ivania Cocinera -como la conocen sus amigos y seguidores en redes sociales- se puso manos a la obra para ayudar a crear colaciones realmente sanas para sus hijos.
Es así como todas las semanas recibe a mamás que se quedaron con muy pocas opciones realmente saludables para mandar a sus niños al colegio. Pero su inclinación por lo saludable va más allá, de hecho hace años realiza clases de cocina sana y se devora cuanto libro de comida saludable existe, con lo que de su cocina salen platos como ñoquis de betarraga o hamburguesas de lentejas. Por ello, quisimos conversar con ella acerca de esta opción alimenticia que poco a poco se está convirtiendo en tendencia.
¿En qué consiste una dieta saludable?
Partamos diciendo que yo no soy nutricionista, pero ya llevo harto tiempo como cocinera de comida saludable. Lo central en una dieta saludable son sin duda los ingredientes, que sean frescos, sin pesticidas, que tengan olor y color, no como la fruta y verdura que venden en el supermercado, que no tiene gusto a nada.
En nuestro país se comió bien durante muchos años, no por nada tenemos en nuestra cabeza conceptos como “las aceitunas de Azapa o Til Til”, “los tomates de Limache”, “el limón de Pica”, “las sandias de Paine” o el “atún de la Isla de Pascua”. Todos, son alimentos que la gente recuerda por su sabor, color y olor, y a eso es lo que hay que volver a recuperar, las denominaciones de origen y comer las cosas que por años se han cultivado en cada región de nuestro país y en la estación que corresponde.
¿Se puede comer de todo?
Creo que lo importante es comer de todo, pero balanceadamente, sin tener que dejar necesariamente las grasas, sólo que hay que saber diferenciar las grasas buenas de las malas. Dentro de las primeras, están las que sí aportan al organismo, como por ejemplo la grasa de la palta, los frutos secos, el aceite de oliva y las aceitunas. En tanto, las que deberíamos disminuir son las la margarina y el queso de leche de vaca. Además, debemos tener cuidado con la carne molida, ya que a veces es sólo grasa molida. También, hay que evitar las golosinas saladas y preferir frutos secos. Además, no optar por azúcar, los platos preparados o congelados como pizzas o lasañas. Si vamos a comer pastelería, lo ideal es que sea fresca.
¿Qué sucede con los aceites?
En el tema de los aceites es muy importante escoger alimentos con grasas insaturadas como el aceite de oliva, aceite de coco, de palta, de girasol, de linaza o por ultimo aceite de maíz. Consumir las oleaginosas: piñones, nueces, avellanas, almendras o semillas de girasol. Ingerir pescados como el salmón, comer semillas como las de linaza, girasol, zapallo, las semillas son una excelente fuente de grasas buenas y energía para el organismo.
La persona tiene la equivocada idea de que comer sano es solo comer lechuga con atún y que es fome, pues les cuento que desde que me dedico a esto, para mí ha sido un desafío cocinar cada día cosas más y más ricas para mi familia y amigos, cuando les cuento qué es, como lo preparé y la cantidad de calorías y aporte nutricional de lo que están comiendo, no pueden creerlo.
¿Qué alimentos son imprescindibles para lograr preparaciones saludables?
Verduras, frutas, legumbres (súper importante), algas, queso fresco, ricota, yogurt bajo en grasa, ojalá no saborizado y hecho en la casa, huevos, semillas y pescado.
¿Cuáles son tus ingredientes preferidos de las preparaciones que realizas de este tipo?
Las harinas que no son procesadas, las que uno se consigue por ahí molidas artesanalmente, que tienen hasta cáscara de los granos del trigo integral, soy fanática de los aceites de oliva, tengo muchos y siempre estoy buscando más, siempre pero siempre tengo apio, puerro, cebollín, cebolla morada, cilantro, perejil, berenjenas, zukini y morrones, con esos ingredientes hago maravillas en dos segundos, también me fascinan los garbanzos y los preparo de muchísimas formas.
Generalmente, se cree que comer sano es más caro, ¿es realmente así?
Primero quiero hacer una distinción en las definiciones, de los conceptos Bio, Orgánico y Ecológico. Bio o biológico se denomina así por el significado de su raíz y lleva implícito el concepto de vida. Orgánico, es una palabra que se origina de “órgano” y nos habla de orden y armonía. Por último ecológico, que sería la denominación más completa, describe un producto que respeta la cadena alimentaria y el ecosistema, los alimentos ecológicos son los que cumplen con un equilibrio con el medio ambiente en cada una de las etapas de producción y desarrollo. En nuestro país se está avanzando mucho en el tema de los etiquetados, pero en este aspecto aún hay confusiones.
¿Cómo ves el tema de los precios?
Ahora respecto a los precios, antiguamente era más caro, ya que había muy pocos productores orgánicos, pero hoy en día si uno es busquilla hay muchísimas ferias en Santiago donde se encuentran cosas orgánicas incluso más baratas que en la vega. También hay productores pequeños que funcionan a través de Instagram, donde te van a dejar a tu casa todas las semanas una canasta con productos sembrados y cosechados por ellos mismos. Está la creencia de que lo orgánico es algo cultivado de forma exclusivo y cuando compramos fruta en el campo sin etiquetas, o huevos a la señora que tiene gallinas, es también orgánico.
Considerando tu experiencia en el tema de la alimentación saludable, ¿Cómo ves que el nuevo etiquetado alimenticio afectará la forma de comer de los chilenos?
Con respecto a eso, ya veo que hay un cambio, sobre todo en los niños, es impresionante como solitos se dan cuenta de las cosas que les hacen mal y no las escogen, porque tienen tres sellos negros. Mi hijo de 5 años dice: “mamá sólo podemos comer las cosas que tengan una calcomanía negra”. La gente no es tonta, somos un país que produce frutas, verduras y pescados deliciosos y sabemos cómo huele un tomate.
Cada vez vemos incrementarse la gente celiaca o que por opción prefiere alimentarse sin gluten, ¿Qué aspectos se deben tener en cuenta al preparar estos platos?
Lo primero, hay que desinfectar todo el lugar donde se va a cocinar sin gluten, con alcohol. Segundo, se deben ocupar utensilios de acero inoxidable, los que también hay que desinfectar, el horno también se tiene que desinfectar si se va a ocupar, etc.
Por otro lado, es importante saber escoger bien los ingredientes, ya que no basta con comprar harinas sin gluten, también hay que fijarse en los lácteos, que no contengan gluten o hayan sido procesados en una planta donde se hacen cosas con gluten, etc. Hoy en día casi todos los productos envasados traen la información necesaria para saber si contienen gluten o no.
¿Existen reales alternativas para los celiacos en nuestro país?
En cuanto a alimentos y tiendas especificas si hay, pero en el tema de restaurantes lamentablemente casi nada.
¿Qué efecto tiene el comer sano en nuestro estado físico y emocional?
Ufff muchísimo y lo compruebo día a día con mi propia experiencia. Yo sufro de una enfermedad llamada fibromialgia, por lo mismo es que me dedico a esto, ya que gran parte del remedio de mi enfermedad, es la alimentación sana. Desde que eliminé las carnes de mi dieta, los dolores disminuyeron notablemente y ahora que estoy eliminando el gluten en casi 100% las inflamaciones también han bajado, el estado de animo mejoró, uno se siente más liviana, con más vitalidad, mejora la digestión y el color de la piel, etc.
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