En estos tiempos de estrés, en que todo el mundo anda corriendo y se queja de la falta de tiempo, te aconsejamos volver a los patrones de vida que tenían nuestros abuelos y bisabuelos, para conseguir aunque sea de a poco, un estilo de vida más saludable. Antes, la alimentación era más moderada, se comía de todo pero no todos los días y, desde luego, carnes y pescados no con tanta regularidad. Además, nuestros bisabuelos no llevaban un estilo de vida sedentario, pues se movían muchísimo más. Era muy raro que alguien tuviera automóvil y las distancias, por lo general, se caminaban.
Lo cierto es que en una vida sin tiempo para nada, demasiado sedentaria e hiperconectada, no existe la receta mágica para mejorar nuestra salud de la noche a la mañana, pero sí se pueden integrar en el día a día pequeños hábitos adaptados a este ritmo frenético que nos ayuden a vivir mejor y más sano. Por eso, recopilamos ocho pequeñas y sencillas acciones que podemos convertir en patrones cotidianos. Y aquí viene lo mejor: ninguna te llevará más de 5 minutos.
1. Toma, al menos, una porción de fruta para desayunar. Además del sabor y las vitaminas, consumirás una de las cinco raciones de verdura y fruta recomendadas cada día. Un jugo y dos porciones de fruta son una ración perfecta para el desayuno. Las frutas aportan citoquímicos vegetales, también llamados compuestos bioactivos, que previenen numerosas enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad o el cáncer.
2. Planifica para comer sano. Es muy conveniente dedicar cinco minutos a planificar los menús de la semana. Así podremos organizar la alimentación en función de la semana que vayamos a tener. Si es más estresante, por ejemplo, introduciremos más hidratos de carbono. A mayor gasto energético (ya sea físico o mental), más hidratos requerirá el cuerpo. Por contra, las personas con trabajos sedentarios o poco estresantes, al quemar menos calorías, deberían desechar los hidratos. La carne roja también es un gran aliado para los días especialmente duros.
3. Sepa qué comprar en el supermercado. Un buen consejo es comprar pan integral en lugar de blanco. Porque es más rico en fibra, vitaminas y minerales. La fibra se digiere más lentamente y esto hace que la glucosa llegue más despacio a la sangre y el aporte enérgico sea constante. Y, además, es buena para el tránsito intestinal, ayuda a disminuir el colesterol y sacia mucho más.
Una o dos copas de vino tinto al día también son saludables. Sobre los beneficios del vino tinto para salud se han publicado cantidades de estudios. Entre las investigaciones recientes que recomiendan una copita de vino tinto diaria, además de las conocidas que se refieren a sus beneficios cardiovasculares, destacamos una publicada en la revista Cancer Science, que garantiza que el resveratrol (el compuesto antimicrobiano de la uva) mejora la efectividad de los tratamientos contra el cáncer de próstata; y otra del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación de la Universidad Autónoma de Madrid, publicada por la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry, que revela que el vino tinto es bueno para prevenir caries y mejorar la salud dental gracias a los polifenoles, que sirven para desacelerar el crecimiento de la flora bacteriana de dientes y encías.
4. Muévete. Pero, ¿y qué podemos hacer en cinco minutos? . Desde una serie de abdominales diaria en casa a subir siempre por las escaleras, bajar una parada antes del metro o el autobús y terminar el trayecto andando. También podemos invertir más tiempo en salud, desplazándonos en bicicleta o a pie. Los niveles de sedentarismo son tan elevados que con esto ya sería suficiente, pero los expertos recomiendan que o ideal es hacer entre 30 y 35 minutos de ejercicio, tres o cuatro veces a la semana.
5. Haz estiramientos. La mayoría de nosotros pasamos el día sentados delante del computador por obligación. Un buen truco consiste en parar cinco minutos cada hora para hacer estiramientos. Rotación de cuello, sin levantarnos de la silla, estirar toda la espalda hacia el suelo para notar cómo se destensa. Estas leves acciones también sirven para liberar la mente y volver con más concentración a la actividad.
6. Medita. Hay que fomentar los patrones de enriquecimiento personal porque está demostrado que son muy saludables mentalmente. Una buena idea sería dedicar cinco minutos a relajarnos y respirar con una música tranquila y luz tenue.
7. Quiérete y te querrán. Es bueno utilizar cinco minutos para cuidar nuestro aspecto e imagen. No hablamos de moda, estilo o combinación de colores. Nos referimos a mirarnos en el espejo, sentirnos bien con nosotros mismos y querernos un poquito. Así, no solo proyectaremos una imagen más segura de nosotros mismos sino que los demás también nos mirarán mejor.
8. Desconéctate. Apaga el computador, el smartphone, la tablet y todos los dispositivos electrónicos una hora antes de irte a la cama, pues es la única manera de relajarte y lograr un buen descanso al dormir.