Por: Elizabeth Salazar T.

Desde el primer momento que supe que Quentin Tarantino, haría una película con Leonardo DiCaprio y Brad Pitt, ya quise verla. Obvio si al primero lo admiro porque lo considero un actorazo y al segundo, porque para mi es uno de los hombres más guapos, pero también es un gran actor, injustamente ninguneado por su aspecto físico.

La película se encuentra ambientada en Los Ángeles en 1969, cuando se desarrolla en pleno el movimiento hippy. Sus dos protagonistas son Rick Dalton (Leonardo DiCaprio), un ex estrella de una serie del Oeste y su doble de acción Cliff Booth (Brad Pitt). Ambos luchan por mantenerse en una industria, que sin duda, ya no los considera. Ambos viven la decadencia de sus carreras y se ven afectados en diferente forma. En todo este panorama desolador, una pequeña estrella ilumina y les da esperanza, cuando se dan cuenta que los vecinos de Rick, son nada menos que la actriz Sharon Tate (Margot Robbie) y su marido el director Roman Polanski.

Un film que desde el primer momento está homenajeando al cine y en especial, a los western, un género querido por su director de hecho ha realizado dos “los ochos más odiados” y “Dyango sin cadenas”-protagonizado por DiCaprio- por lo que no llama la atención, que Tarantino recurra y recuerde nuevamente este formato en una de sus películas, donde también hace las veces de guionista.

La historia es hilarante, porque tenemos a un actor como Rick, tratando de hacer lo imposible por salvar su carrera y sufriendo el proceso de no ser olvidado, tanto por Hollywood como por el público que alguna vez lo reconoció. Su partner en este difícil trayecto es Cliff, que no sólo es su doble, sino que lo ayuda en cualquier labor necesaria, desde hacer las veces de chofer, reparar cosas en su domicilio, pero sobre todo es su amigo, lo apoya, lo escucha y aconseja.

Además, de la historia de los amigos en forma paralela, vamos viendo a Sharon Tate, sus vivencias junto a Polanski, como actriz y su convivencia con amigos durante su último período embarazada. Uno de los momentos más emotivos de la película, es cuando ella asiste al cine, realmente para todos los que amamos el séptimo arte, es una escena memorable.

Que puedo decir de la dupla Pitt-DiCaprio que ya no se haya dicho. Que fue un tremendo acierto de Tarantino juntarlos, ambos brillan juntos como las estrellas que son. Leo es único y desde el primer momento brilla en la pantalla grande y Brad, disfruta de su papel, donde además se nota envejecido y con marcas de maquillaje en su cuerpo, es otro. En cuanto a Margot Robbie, convence totalmente y como digo en el párrafo anterior tiene el momento más lindo del film.

Es agradable ir a ver una película con las que tenías tantas expectativas y salir tan conforme. Para ver y disfrutar, sobre todo si eres cinéfilo y fan de Tarantino, la querrás ver más de una vez.

Director : Quentin Tarantino (“Perros de la calle” y “Kill Bill”)

Duración: 161 Minutos

Fecha de estreno: 22 de agosto

Distribuye: Andes Films Chile

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