Columna de Doctora Bárbara Castro
Nutrióloga de Clínica Terré
Los alimentos orgánicos son productos agrícolas que se producen bajo métodos que evitan el uso de pesticidas, herbicidas y fertilizantes artificiales. Este tipo de agricultura partió en 1940, actualmente es una industria muy regulada que requiere certificaciones especiales para poder vender sus productos.
La gran “ventaja” de estos alimentos, es el NO uso de pesticidas, ya que la exposición aguda a estos residuos puede provocar efectos adversos significativos sobre la salud. Sin embargo, como la literatura lo señala, no hay estudios suficientes para concluir una toxicidad demostrable. En The Carcinogenic Potency Proyect (proyecto de potencial carcinogénico) de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) se ha estado trabajando en el potencial cancerígeno de productos químicos, tanto naturales como artificiales, y creando una base de datos púbica de los resultados.
A pesar de los estudios, este tema sigue siendo controversial, porque si bien es cierto que los alimentos orgánicos son promocionados como alimentos más sanos, libres de pesticidas y químicos; el rendimiento de los cultivos orgánicos es sustancialmente menor, por lo que para producir más, sería necesario cultivar en espacios naturales, reclamando así mayor áreas de bosques. Cómo se comentaba anteriormente, no existe suficiente evidencia científica que permita afirmar un mayor beneficio de los alimentos biológicos u orgánicos v/s los alimentos convencionales. La mayoría de los estudios concluyen que no existirían diferencias sustanciales para la salud, ya que las cantidades de plaguicidas son muy menores y las posibles repercusiones en el organismo son difíciles de evaluar.
Ahora, a favor de los productos orgánicos podemos mencionar beneficios de tipo ambiental: favorece la agricultura local y evita la manipulación de productos químicos y riesgo para los productores (exposición aguda y a altas concentraciones que sí pueden causar daños en diversos órganos como cerebro, hígado, sistema nervioso, etc.)
Pero, y aunque suene repetitivo, la evidencia no es suficiente para determinar diferencias, beneficios o daños, o que los alimentos orgánicos son por lejos más seguros o más saludables que los alimentos convencionales.
Mi recomendación, si tiene la posibilidad de tener árboles frutales y un huerto en su casa, hágalo.