Quién no ha dicho: “necesito algo dulce” para pasar el frío, subir el ánimo o una agüita con azúcar para pasar la pena. Pero, ¿qué pasa cuando no podemos vivir sin ella? ¿Existe la adicción al azúcar? Para aclarar estas dudas y conocer dónde está el límite, conversamos con Denisse Montt, Psicóloga del Programa de Obesidad y Diabetes de Clínica Universidad de Los Andes.

Por Rebeca Ubilla M.

¿Cómo se define que una persona es adicta al azúcar?

La denominación de adicción a los alimentos es un concepto cada vez más utilizado, sin embargo, aún no está validado como un diagnóstico psiquiátrico en los manuales de psiquiatría. Pese a ello, se ha ido acumulando evidencia de que esta condición comparte el mismo mecanismo cerebral que la adicción a las drogas. Por lo tanto, podemos hablar de una adicción a un alimento como el azúcar, cuando el sujeto presenta una pérdida de control sobre el consumo, el que continúa a pesar de tener consecuencias negativas para sí mismo, con la sensación de incapacidad para poder detenerse a pesar de sentir el deseo de hacerlo.

¿Qué tipos de alimentos azucarados pueden llevarnos a una adicción?

Los estudios han demostrado que puede generarse una conducta de hiperfagia, inducida por alimentos ricos en grasas y azúcares refinadas.

¿Por qué hay gente que cae en una adicción al azúcar? ¿Qué sensaciones nos produce?

Hay mecanismos fisiológicos y psicológicos involucrados. Los alimentos ricos en grasas y azúcares refinadas activan el circuito de la recompensa en el sistema nervioso central, lo que produce como consecuencia una experiencia placentera, esa experiencia constituye en sí misma un refuerzo (+) para la conducta de comer dichos alimentos, por la búsqueda de la experiencia placentera. A nivel psicológico, cuando las personas experimentan una desregulación emocional, conectándose con sentimientos negativos, y no han aprendido a modularlos por sí mismas; estos alimentos pueden actuar como reguladores de dichas emociones, dicho circuito facilita el aprendizaje de la utilización de esos alimentos como una estrategia de regulación emocional más estable.

¿Hay cifras de cuántas personas son adictas al azúcar en Chile? ¿Es una tendencia en crecimiento?

No existen cifras en Chile, porque es un diagnóstico aún en construcción y hay diferencias en la forma de evaluarlo o medirlo entre los clínicos. Estudios que han utilizado una escala desarrollada recientemente YFAS (food adicction scale), indican que el 5.4% de la población general puntúan para una adicción a los alimentos, cifra que se incrementa significativamente entre un 40-70%, en la población obesa que presenta un trastorno por atracón o bulimia.

Esta es una tendencia en crecimiento por la forma en que las personas se están alimentando en las últimas décadas, privilegiando la comida rápida y alimentos procesados, lo que aumenta los riesgos.

Comer con culpa

¿Existen alimentos azucarados más sanos que otros?

Los alimentos que contienen azúcares complejos (como pastas, arroz, cereal integral, avena, etc), cuentan con un valor nutricional más alto que los azúcares simples (como golosinas, chocolates, helados, repostería, etc.) y se demoran más en asimilarlos, por lo que aportan energía que es más prolongada y producen más saciedad. Los azúcares simples se absorben más rápido, son calorías vacías y producen menos saciedad, por lo que los sujetos experimentan hambre más rápido y por su efecto en el sistema nervioso central ganas de consumirlos con más frecuencia.

¿Qué peligro conlleva una adicción al azúcar?

Es una condición que se asocia con mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad, además del efecto metabólico como colesterol y triglicéridos aumentados, resistencia a la insulina e incluso mayor riesgo de Diabetes mellitus II y es una condición que se correlaciona (+) con el trastorno por atracón y bulimia nerviosa.

¿Cómo se puede corregir esta condición?

Requiere de apoyo profesional, muchas veces con farmacoterapia y psicoterapia, en que se aborda la condición del paciente desde el modelo de adicciones.